La intervención de CAM apenas le ha supuesto a la entidad una fuga de depósitos sustancial. Al menos eso es lo que señalan a este periódico fuentes conocedoras de la situación y de las explicaciones que dieron la semana pasada los administradores puestos por el Banco de España a los representantes sindicales.
La sangría, en cambio, se produjo en los meses previos a la intervención. La retirada de dinero alcanza los 2.500 millones entre octubre del año pasado y junio del presente, más del 7 por ciento del total. La salida de imposiciones se aceleró especialmente desde finales de marzo, cuando la alicantina fue expulsada del grupo liderado por Cajastur.