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Autor Tema: Los expertos opinan que habrá un parón en España, pero no recesión  (Leído 222 veces)

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Los expertos opinan que habrá un parón en España, pero no recesión

por Hernando F. Calleja en El Economista

En un contexto internacional en el que las turbulencias financieras han limitado fuertemente la capacidad de crecimiento de las economí­as desarrolladas, España no se ha alejado del comportamiento de las principales del euro, perdiendo una díécima de crecimiento en el primer trimestre, tanto en tasa intertrimestral, que se queda en el 0,2%, como en tasa interanual, que se sitúa en el 0,7%.

Una vez más ha sido la demanda interna la que ha mermado el PIB español, que debe su leve crecimiento a la demanda externa. La virulencia del retroceso en los dos principales clientes de productos españoles, Francia y Alemania, pone un punto de interrogación sobre el comportamiento de la balanza comercial en los próximos meses, lo que diluye aún más la posibilidad de que se cumpla la previsión oficial del Gobierno de crecer este año el 1,3%. De hecho, con dos trimestres ya transcurridos, la economí­a se encontrarí­a en una tasa anualizada del 0,8%, justo medio punto menos de la previsión y calcando el escenario más pesimista que el Ministerio de Economí­a ha trazado en su ejercicio de sensibilidad incluido en el Programa de Estabilidad.
 
El leve retroceso del segundo trimestre implica, además, que las expectativas fiscales para el ejercicio pueden verse comprometidas, ya que la recaudación fiscal está inseparablemente unida a la actividad económica. Esta circunstancia es la que ha llevado al Gobierno de Rodrí­guez Zapatero a instrumentar la medida de anticipar las liquidaciones del Impuestos sobre Sociedades para obtener liquidez en los últimos meses del ejercicio.

Los fundamentos
 
Aunque el Instituto Nacional de Estadí­stica (INE) sólo ha facilitado los avances del segundo trimestre y no los datos que dan origen a íéstos, los parciales disponibles hasta ahora son bastante erráticos, por lo que, a efectos de análisis, es más conveniente una lectura de los Indicadores Sintíéticos. La última actualización de los mismos a finales del mes de julio por parte del Ministerio de Economí­a y Hacienda señalaban que el Indicador Sintíético de Actividad aumentó una díécima intermensual, pero en el segundo trimestre fue tres díécimas inferior en tasa anual al del primer trimestre (del 1,2% al 0,9%).
 
En cuanto a los indicadores sectoriales, el de Industria y Energí­a redujo una díécima su ritmo de caí­da, pero aún se sitúa en el -1,7% interanual y en el -0,8% intertrimestral.
 
El Indicador Sintíético de Actividad en Construcción mejoró en julio ligeramente el de junio, pero aún con una tasa del -5,2% interanual y en el -2,4% intertrimestral. Por su parte, el Indicador Sintíético de Servicios no se movió en julio, aunque, en este caso, la tasa intertrimestral es del 0,8% y la interanual del 2,6%, son positivas.
 
Por el lado del gasto, el Indicador Sintíético de Consumo empeoró dos díécimas en tíérminos interanuales, situándose en el 0,2%. Y en lo que hace al Indicador Sintíético de Inversión en Equipo, tambiíén se revisa a la baja en el segundo trimestre respecto a lo estimado sólo un mes antes.

¿Estancamiento o recesión?
 
Escribí­a hace unos dí­as el economista y filósofo Guy Sorman que "sólo están condenados al declive y al desempleo los paí­ses que sufren ceguera económica y estupidez polí­tica: sin embargo, la palma de la estupidez se la llevan, una vez más, los partidarios de la recuperación por medio del gasto público".
 
Cita Sorman, la recuperación ( o el crecimiento) como el único medio y al mismo tiempo, el único objetivo que tiene la economí­a española en estos momentos. Crecer. Esa es la cuestión.
 
El presidente del CEPR de Londres, Guillermo de la Dehesa, considera que en los próximos meses nos vamos a mover sobre una tasa de crecimiento baja. "Los mercados ya dudaban de que la economí­a española tuviera suficiente fuerza como para crecer con un mí­nimo vigor, pero despuíés de los acontecimientos de las últimas semanas y, sobre todo, despuíés de constatar que tanto Estados Unidos como la Unión Europea han registrado crecimientos menores, ya se puede dar por hecho que el crecimiento en España va a ser menor del previsto".
 
Para este economista, el menor crecimiento va a repercutir en muchos aspectos, pero sobre todo en la dificultad para crear empleo y ello traslada a otros frentes la crisis, como al sector financiero, que verá incrementarse la morosidad y, tambiíén, claro, en una tasa de consumo menor y en la ausencia de inversión.
 
Otra cuestión a tener en cuenta es el endeudamiento público. "Cada punto de diferencia en la prima de riesgo sostenido en el tiempo viene a suponer un coste en crecimiento de 0,25 puntos", asegura De la Dehesa.
 
El profesor Ramón Tamames introduce una variable más que acadíémica en la situación española. "Aunque la fase en la que nos encontramos es calificada de estancamiento, por la manera en la que se miden las tasas de crecimiento de la economí­a, en realidad no hemos salido de una recesión. Desde 2009, año en el que la economí­a se redujo el 4,2%, esa caí­da no se ha recuperado todaví­a. Al prolongarse esta situación en que no hemos superado todaví­a el volumen del PIB de entonces, nos encontramos en lo que Eslake denomina una "depresión".

Para Ramón Tamames, a corto plazo, el Gobierno tiene que dar el do de pecho en el ajuste, como acaba de hacer Italia y como prepara Francia y exige Alemania. Pero los recortes necesarios inducen inevitablemente la recesión. Lo que se precisa es el cambio del modelo económico. En el ámbito laboral, con la introducción del contrato único con 20 dí­as de indemnización y efectos para todos, aunque eso suponga la "confiscación" de los derechos adquiridos. "Dejíémonos de eufemismos, afirma Tamames, la mayor confiscación son los cinco millones de parados".
 
Para Juan Iranzo, catedrático de Economí­a Aplicada, el gran interrogante de la economí­a española es al mismo tiempo una gran certeza. "Hay que crecer". Pero inmediatamente plantea los dos grandes obstáculos que hay que remover para que la economí­a crezca, la baja competitividad y la crisis de confianza interior y exterior sobre la economí­a española.

El BCE, inoportuno

El profesor Iranzo no cree que se vaya a producir lo que tíécnicamente conocemos como recesión, pero sí­ un menor crecimiento que, vistos los datos, ya se confirma. La subida de tipos de interíés dictada por el Banco Central Europeo ha sido inoportuna para la situación española lo que, junto al elevado endeudamiento y la nimiedad de las reformas, aleja la expectativa de crecimiento.
 
Nouriel Roubini, economista y colaborador de elEconomista, es más categórico (y más pesimista) sobre la situación española: "España, dice, indudablemente va de nuevo a la recesión". Y añade que Italia y España es posible que sigan la estela de Grecia y dejen de poder afrontar los intereses que los inversores piden por la deuda.

Para el economista norteamericano, "las economí­as de la periferia de la eurozona se están contrayendo o creciendo muy poco y el riesgo de que Italia o España o las dos pierdan el acceso al mercado es muy alto".
 
A este respecto, Guillermo de la Dehesa precisa que, si la tasa de crecimiento nominal de la economí­a, como ocurre ahora, se mantiene a medio plazo a la mitad del precio que pagamos por la deuda, se puede terminar por no poder pagar.
 
Una visión, algo más optimista es la que plantea el catedrático Carlos Rodrí­guez Braun, que no cree que se produzca una recaí­da que díé a la crisis un perfil de W, sino que se inclina por un perfil que, gráficamente, podrí­a representarse como el signo de raí­z cuadrada. "Desde mediados de 2009 se inició una leve recuperación y en la actualidad sigue esa lí­nea plana, pero yo no descarto que si se aplaca la tormenta de la deuda, España demuestre una cierta capacidad de crecimiento mayor que otras economí­as".
 
Para Rodrí­guez Braun, no obstante, hay dos amenazas, la inflación, que está relacionada con la explosión de la deuda y que los bancos centrales adquieran cuotas crecientes de deuda de los paí­ses, lo que inevitablemente reforzará la inflación.
 
Tambiíén en lí­nea con el perfil de estancamiento se sitúa Gregorio Izquierdo, director del Servicio de Estudios del Instituto de Estudios Económicos (IIE) y miembro del Consejo Editorial de elEconomista. Los indicadores actuales no avalan la tesis de la recesión, pero sí­ señalan un mayor estancamiento o falta de dinamismo, asegura Izquierdo, que es lo que plasma la previsión del IIE sobre 2011, que es que acabaremos con un crecimiento del PIB del 0,7% -uno de los más pesimistas del panel de Funcas, por debajo de la media del consenso (0,8%) y alejado de la previsión oficial, del 1,3%-.
 
Izquierdo asegura que si se hace un ajuste grueso en el Presupuesto de 2012 el crecimiento, aunque sea todaví­a moderado, será más sano, "siempre y cuando el ajuste venga del lado del gasto y no de una subida de impuestos, que tendrí­a un coste muy alto en el crecimiento".