Las grandes entidades ya financian tres cuartas partes, el 75%, del críédito concedido con los ahorros de sus clientes. Este es el resultado de la lucha por el pasivo minorista generada por la inaccesibilidad del mercado interbancario así como por el estancamiento del críédito. En 2007, esta vía apenas financiaba el 60% de los príéstamos.
El dinero que hay en la hucha del cliente es el dinero que se presta. Punto. Tras cuatro años de sacudidas financieras y crisis económica, esta parece ser la máxima que prevalece entre las principales entidades.
Poco tiene que ver la estructura de financiación de bancos y cajas hoy con la existente antes de la crisis financiera. En 2007, año en que estallaron las hipotecas subprime en EE UU, la mayor parte de los grupos españoles cubría en torno a un 60% de sus críéditos con imposiciones a plazo y cuentas a la vista de clientes. El 40% de la financiación restante era obtenido en los mercados mayoristas Es decir, las entidades prestaban en el país el dinero que se ahorraba en otros lugares.
Desde la quiebra de Lehman Brothers, en septiembre de 2008, se han desatado crisis periódicas de liquidez interbancaria. O a la inversa: comenzó una sequía de fondos que se ha visto ocasionalmente interrumpida por ventanas ocasionales de liquidez. Tal es el resultado de la desconfianza entre entidades.
Los últimos ejercicios, bancos y cajas han mantenido un pulso cerrado por atraer los ahorros de sus clientes. Gracias a la capilaridad de su red de venta han logrado ir empujando al alza el peso de los depósitos en relación a los príéstamos en estos años hasta situarlos entre el 70% y el 80%. Destacan los progresos de Banco Popular donde los depósitos han pasado de representar el 43% de la financiación al 84%.
En la lucha por los ahorros ha sido determinante la agresividad de las ofertas. No han sido raras remuneraciones superiores al 4% e, incluso, alguna caja ha ofrecido el 5% TAE si el cliente estaba debidamente fidelizado.
Cambio normativo
El Banco de España ve este pulso con preocupación por el estríés que generan los superdepósitos en la cuenta de resultados. En esencia, suponen dar duros a cuatro pesetas. Para desincentivarlos, el Gobierno aprobó en julio una norma que exige realizar mayores aportaciones al Fondo de Garantía de Depósitos por las imposiciones más generosas. Queda por ver si esta medida logrará parar la carrera hacia el abismo.
Pagos mayoristas por 283.000 millones hasta 2015
Las principales entidades financieras del país deben repagar o renegociar una quinta parte de sus emisiones mayoristas en 2012. De los 443.988 millones de euros que tienen pendientes de pago, vencen 87.606 millones. BBVA, CaixaBank, Banco Sabadell y Bankinter tienen algo más de margen al haber demorado hasta 2013 la parte del león de sus emisiones. Pero en todo caso, las 10 grandes entidades del país han de repagar 282.749 millones en los próximos cinco años y el mercado interbancario sigue taquicárdico.
El cierre del grifo de financiación mayorista se ha hecho sentir en España. Solo firmas como Santander, BBVA o La Caixa han logrado aprovechar las puntuales ventanas de liquidez que han emergido desde 2008. El resto se han visto obligados a acudir al interbancario a precios prohibitivos o, simplemente, se han topado con las puertas cerradas a todos los efectos. Esto ha sido particularmente evidente en el caso de las cajas pequeñas y medianas.
Para paliar la situación, las entidades se han ido incorporando el año pasado a las cámaras de contrapartida europeas: la anglofrancesa LCH Clearnet y la germana Eurex Repo.
A su vez, el Banco Central Europeo (BCE) ha dispuesto como remedio sus subastas de liquidez. Las banca de España llegó a copar un 29% del dinero adjudicado en julio de 2010. Fráncfort congeló este apoyo el pasado año, pero este verano lo ha reinstaurado ante la crisis de deuda soberana
