â– Aragón y Cantabria se suman a las que superarán el límite del 1,3% del PIB
â– Cataluña, Baleares y La Mancha obligarán al Gobierno a cubrir su desfase
A medida que los gobiernos autonómicos profundizan en la situación financiera de sus respectivos territorios constatan las dificultades insalvables que encuentran para ajustar el presupuesto vigente a las exigencias del acuerdo sobre díéficit público contraído en el seno del Consejo Política y Financiera.
Ayer mismo, el consejero de Hacienda y Administración Pública del Gobierno de Aragón, Mario Garcíés, anunció formalmente que su comunidad no cumplirá con el objetivo del 1,3 por ciento de díéficit respecto al PIB regional y que el desfase de las cuentas doblará dicho objetivo, ya que alcanzará el 2,6 por ciento. Esta cifra es la misma que ha establecido en sus presupuestos la Generalitat de Cataluña.
El Gobierno de Aragón ha alertado de la "estrepitosa caída de los ingresos fiscales" al tiempo que ha considerado que el ajuste en los gastos anunciados por el anterior Gobierno presidido por Marcelino Iglesias ha tenido un impacto mínimo.
Se da la circunstancia de que cuando se hicieron públicos los datos de las comunidades autónomas sobre el primer trimestre del año, la comunidad de Aragón era una de las tres que se anotó superávit (el 0,19 por ciento) junto con Galicia (0,14 por ciento) y la Rioja ( 0,18 por ciento) (Ver gráfico).
Transparencia autonómica
El Ministerio de Economía y Hacienda ha ido recibiendo en estos días los resultados de las cuentas públicas de las comunidades autónomas que se deben de hacer públicos en las próximas semanas, de conformidad con los acuerdos sobre transparencia de las cuentas de las comunidades autónomas, que exige la publicidad de la ejecución de los respectivos presupuestos con una cadencia trimestral.
En la lista de las comunidades que ya dan por quebrantado el plan de cumplir el 1,3 por ciento de díéficit este año, además de las dos señaladas se encuentra Cantabria que, según ha sabido elEconomista, ha cerrado el segundo trimestre de este año con un díéficit del 1,28 por ciento, lo que hace pensar que en los seis meses restantes será imposible contenerse en el límite de 1,3 por ciento. Las causas aducidas por el Gobierno de la región hacen referencia a un variado menú de insuficiencias presupuestarias, imputaciones de gasto de otros ejercicios, facturas impagadas de otros ejercicios y correcciones realizadas por la Intervención General del Estado sobre la liquidación del Presupuesto de 2010.
Todo ello ocasionará una deuda probable de la autonomía a finales de este año, incluidas las empresas públicas que no consolidan, de 1.653 millones de euros.
Por su parte, la Región de Murcia, aunque realiza un severo ajuste para equilibrar ingresos y gastos, tambiíén se cuestiona si podrá cumplir lo previsto en el Plan de Reequilibrio Financiero pactado con Economía, ya que el sistema de financiación actual, en opinión de la Consejería de Economía y Hacienda, no reconoce el número real de habitantes que tiene la región para la valoración de los servicios sociales que requieren.
En el caso de la Región de Murcia, se añaden, además, los costes sobrevenidos por el terremoto que afectó a la población de Lorca, al menos hasta que se aclaren los tíérminos del Plan Lorca.
Otros casos manifiestos corresponden a Castilla-La Mancha y Baleares, comunidades autónomas que ya en el primer trimestre del año presentaban desequilibrios presupuestarios que hacen muy improbable la reconducción hasta los límites fijados.
Ante estas constataciones, el Gobierno central, al que varias comunidades culpan por no haber librado de manera unilateral este año los Fondos de Competitividad y de Suficiencia y que tampoco ha dado facilidades extraordinarias para liquidar el plazo correspondiente a los reembolsos de ingresos indebidos, se ha visto impelido a tomar medidas para asegurarse el cumplimiento del díéficit del 6 por ciento del PIB para el conjunto de las Administraciones Públicas comprometido en el Objetivo de Estabilidad Presupuestaria.
La Administración Central asumió el 4,8 por ciento de ese díéficit del 6 por ciento, pero dadas las circunstancias, optó el pasado viernes por conseguir un colchón financiero de 2.500 millones de euros mediante los pagos a cuenta en el Impuesto sobre Sociedades, que reducirá el díéficit central para dar cabida a los mayores desfases de las cuentas de las autonomías. Al concluir el primer semestre, el Estado acumulaba un díéficit del 2,21 por ciento en Contabilidad Nacional.