INICIO FOROS ÍNDICES DIVISAS MATERIAS PRIMAS CALENDARIO ECONÓMICO

Autor Tema: La “Generación Matrix” saca la cara...  (Leído 405 veces)

OCIN

  • Moderador
  • Excelente participación
  • ***
  • Mensajes: 97.583
  • Karma: +8/-12
  • Sexo: Masculino
La “Generación Matrix” saca la cara...
« en: Agosto 27, 2011, 09:54:22 am »
Por...  Fernando Dorado
 

 â€œDe cómo la caí­da de los sí­mbolos de nuestra juventud contribuye al avance de las revoluciones”
 
La generación nacida despuíés de la caí­da del muro de Berlí­n ha insurgido con fuerza planetaria. Rebeliones juveniles están en el centro de las revoluciones democráticas y levantamientos populares de los paí­ses árabes. Las manifestaciones de los “indignados” en España tienen su sello. Alrededor del mundo su presencia es evidente.
 
Nuevas expresiones polí­ticas de la juventud se hacen notar. Son lideradas por jóvenes de nivel “social medio”. Son profesionales y tíécnicos que se enfrentan a condiciones laborales precarias y al desempleo. Su ideario no plantea alternativas anti-capitalistas aunque rechazan el “sistema”. No militan en partidos polí­ticos pero exigen “¡Democracia Ya!”. Rechazan la corrupción y reclaman actitudes íéticas en el manejo de lo público. Adoptan míétodos pací­ficos de protesta. Usan y dominan las redes sociales de internet: se comunican y convocan por esos medios.
 
Es la “Generación Matrix” que se salió del ordenador virtual (computador) y demanda su lugar en la tierra.
 
ídolos virtuales y dictadores reales
 
Ya en anteriores artí­culos hemos caracterizado desde el punto de vista económico y social a estos jóvenes “proletarios con tí­tulo” o “trabajadores informalizados”. Su alto nivel educativo, su visión globalizada del mundo y el acceso a la información, se ve enfrentado a la realidad de un sistema económico que se cae a pedazos y que empuja al planeta hacia la hecatombe ambiental que pone en peligro la sobrevivencia humana.
 
Poco a poco florece entre ellos el pensamiento crí­tico que es la antesala de la acción conciente. Esos jóvenes descubren a una sociedad que les ofrece la felicidad representada en grandes cantidades de mercancí­as promocionadas por los mass-media, y empiezan a rechazar el consumismo compulsivo que los hace adictos a toda clase de baratijas. Saben que el paquete de alcohol y drogas sirve para completar la dosis. “Hacen conciencia”.
 
Hasta hace poco tiempo sus híéroes virtuales – a falta de los reales – eran Steve Jobs y demás innovadores de la informática, incluyendo a los “hackers”. Los percibí­an como rebeldes. A su lado estaban los artistas con sus manifestaciones metaleras, diabólicas y vampirescas. Hoy se transforman en expresiones culturales urbanas (Hip-hop, Reggaetón).
 
Tambiíén tení­an entre sus í­dolos a novatos comisionistas de Bolsa que supuestamente ascendí­an en el entorno financiero a punta de inteligencia y audacia juvenil. Los grandes deportistas – como Beckam – que obtienen multimillonarios ingresos por concepto de sus habilidades atlíéticas y de su imagen publicitaria, hací­an parte de esos referentes ideales.
 
Hoy borran esos í­conos de su mente. Entienden que eran instrumentos – mandaderos y bufones –, de la gran oligarquí­a financiera que es la gran beneficiaria de ese mundo de ilusión. La dura realidad los ha aterrizado y los empuja hacia la acción polí­tica.
 
El estallido de rebeldí­a sólo se explica como resultado de la frustración. Millones de jóvenes del mundo industrializado y de cientos de ciudades de paí­ses dependientes – como El Cairo, Bombay o Porto Alegre –, que tienen altos niveles de formación acadíémica y capacitación laboral, no encuentran las oportunidades que soñaron. Descubren en carne propia el capitalismo salvaje y brota la insubordinación civil de múltiples formas.
 
Despuíés de tumbar a sus í­dolos del pedestal de su pantalla, han emprendido la tarea de derrocar a los dictadores de verdad. Aliados con el resto de trabajadores y sus pueblos ya dieron cuenta de Ben Alí­ y Mubarack en Túnez y Egipto. Y seguro… caerán muchos más.
 
Pero… ¿descubrirán en el camino la “dictadura del capital”? ¿Hacia donde irán?

El futuro…

 
¿Quíé pasará hacia el futuro con íésta ola juvenil rebelde que ya se manifiesta con cierta identidad?(1) ¿Se enredará en la trampa existencial en que cayó la juventud revolucionaria de Mayo de 1968? ¿Avanzará hacia luchas anti-capitalistas? ¿Cuál será su evolución?
 
Hoy el sistema capitalista no puede absorber esa fuerza novel de trabajo calificado. Los produce y a la vez, los expulsa del sistema productivo. Los saca de la economí­a formal – lanzándolos al infierno de la informalidad – y a la competencia con los trabajadores inmigrantes, que son los nuevos desheredados de la tierra.
 
Lo que muestran los hechos es que íésta generación rechaza todo lo que tenga que ver con el “socialismo estatista del siglo XX”. Para ellos representa la falta de libertades polí­ticas, el burocratismo, la corrupción y el autoritarismo. Incluso, muchos de los díéspotas árabes que están cayendo – de una u otra manera – se alimentaron de sus prácticas “nacionalistas”.
 
Tampoco entienden a sus padres “izquierdistas”. í‰stos dicen luchar contra el capitalismo pero frente a la crisis fiscal de los Estados europeos y estadounidense asumen una posición “defensista”. Quieren salvaguardar sus conquistas laborales obtenidas durante la íépoca del “Estado de Bienestar” que fueron financiadas a costa de la explotación colonial e imperialista de otras Naciones y pueblos y, en las últimas díécadas, con base en la súper-explotación de los trabajadores inmigrantes. Eso los confunde.
 
Esa contradicción generacional (que oculta una diferencia de clase en desarrollo) explica que en íéste instante existan dos expresiones divergentes, dispares, de la protesta social frente a la crisis actual. Por un lado, la de los jóvenes “indignados” y por el otro, la de los sindicatos y la izquierda tradicional. Una es de búsqueda, la otra mira hacia atrás.
 


•... “Todo el mundo quiere lo máximo, yo quiero lo mínimo, poder correr todos los días”...
 Pero nunca te saltes tus reglas. Nunca pierdas la disciplina. Nunca dejes ni tus operaciones, ni tu destino, ni las decisiones importantes de tu vida al azar, a la mera casualidad...