Por... JIM KUHNHENN
WASHINGTON -- El presidente Barack Obama, maniatado por recortes presupuestarios y el límite de la deuda federal, se preparaba para anunciar un nuevo paquete de creación de empleos, pero con pocas herramientas a su disposición para estimular la economía y reducir el desempleo.
Como mínimo, el plan del presidente exhortará al Congreso a que extienda los actuales recortes de impuestos a las nóminas y los pagos por desempleo, destinar dinero a nuevos proyectos de construcción y ofrecer incentivos a las empresas para que contraten a más trabajadores.
Los economistas dicen que ello eliminaría algún lastre para la economía y mantendría el status quo, pero no sería suficiente para darle un nuevo impulso.
El plan del presidente, que será anunciado en un discurso la semana próxima, será mucho menos ambicioso que el estímulo de 825.000 millones en 2009, aprobado cuando la economía se estaba contrayendo y el desempleo era de 8,2%. Ahora la economía está creciendo muy lentamente, pero el desempleo es casi un punto porcentual más alto, de 9,1% en julio.
Los economistas que favorecen una intervención gubernamental en la economía estiman que requeriría un paquete de al menos 300.000 millones de dólares para evitar un retroceso y aún más para impulsar la economía.
Esa es una tarea sumamente difícil para un presidente que enfrenta un Congreso dividido en el que los republicanos, que demandan austeridad fiscal, rechazan la noción de que infusiones de dinero del contribuyente a corto plazo pueden alentar la recuperación.
Incluso sin una oposición republicana, un nivel tal de gastos acercaría al gobierno a su nuevo límite de la deuda antes de las elecciones de 2012, algo que Obama está decidido a evitar.
El discurso del presidente va a preparar el escenario para el debate económico en el Congreso. Un supercomitíé congresional tiene la tarea de encontrar al menos 1,5 billones de dólares en reducciones del díéficit.
Como parte de su plan económico, Obama piensa proponer aún más reducciones para ayudar a costear sus iniciativas de empleos.
La economía díébil, que ha dejado a millones de estadounidenses sin trabajo y amenaza los ahorros de otros millones, es el mayor obstáculo para la reelección de Obama. Defender convincentemente sus programas económicos va a ser el foco durante los 18 meses restantes de su tíérmino.
"Nuestro principal reto como nación sigue siendo cómo lograr que la economía crezca más aceleradamente", dijo Obama el lunes. "Esa es nuestra misión urgente".