Iberdrola entra, por primera vez, en el negocio de la solar fotovoltaica. Y lo hace en EE UU, donde el grupo ya ha puesto en marcha la primera de las dos instalaciones que construye, que suman 50 MW de potencia. El sector estima que la inversión necesaria ronda los 62 millones de euros.
Nuevo paso en la política de energías renovables de Iberdrola. El grupo ya ha entrado en un negocio que hasta ahora no había querido desarrollar y que, incluso, ha sido criticado por su cúpula: el de la solar fotovoltaica. Y lo hace en Estados Unidos, al entender que el marco regulatorio es el más propicio para este tipo de apuestas.
La elíéctrica española está terminando de desarrollar dos proyectos fotovoltaicos que suman 50 megavatios (MW) de potencia en suelo estadounidense. El primero de ellos ya está en marcha. Se trata de la planta de Copper Crossing, de 20 MW, situada en Condado de Pinal, en Arizona. El otro proyecto, de 30 MW, está en la fase final de instalación. Esta planta, Alamosa, se encuentra junto a la ciudad de Mosca, en Colorado.
Desde la empresa no ofrecen cifras de la inversión necesaria para poner en marcha estas instalaciones. Fuentes del sector estiman que, con los actuales precios de mercado y teniendo en cuenta que se trata de dos de los proyectos más grandes de este tipo de energía que hay en marcha en el mercado, el desembolso necesario por parte de Iberdrola debe de rondar los 90 millones de dólares (unos 62 millones de euros).
Hasta ahora, la presencia de Iberdrola en el negocio de la fotovoltaica era testimonial y heredada. El grupo gestionaba únicamente 2,1 MW de este tipo de energía en instalaciones que incorporó tras la compra de la elíéctrica griega Rokas.
De hecho, la posición que ha mantenido públicamente el presidente de la compañía, Ignacio Sánchez Galán, frente a la energía solar ha sido crítica, con el argumento de que no es la solución energíética en el momento actual y que el desarrollo de la fotovoltaica en España exige unas inversiones muy superiores a lo que supone luego su aportación al sistema.
Regulación favorable
Desde la compañía precisan que sus proyectos solares en EE UU no son tanto un cambio de política sino una muestra de que su apuesta por determinadas tecnologías viene determinada por que se cumplan criterios de oportunidad, sostenibilidad y rentabilidad.
En este sentido, Iberdrola considera que el marco regulatorio de EE UU en el ámbito de la energía fotovoltaica es estable y seguro, lo que facilita las inversiones. Además, la elíéctrica ha conseguido que los dos proyectos puestos en marcha se vayan a beneficiar de las ayudas a las energías renovables (grants) que el Gobierno estadounidense otorga a las infraestructuras que se comenzaron a construir en 2010. Estos incentivos garantizan el retorno del 30% de la inversión realizada por la empresa para lanzar la instalación.
La compañía, además, ya ha cerrado sendos acuerdos a largo plazo para las venta de la energía que generen las dos nuevas plantas solares. Así, Iberdrola a firmado un PPA (power purchase agreement) con la Public Service Company de Colorado en el caso de Alamosa y ha hecho lo propio con la empresa privada Salt River Project para el proyecto de Copper Crossing. En ambos casos, la duración de los contratos es de 25 años.
Las cifras
20 megavatios tiene la primera planta solar construida por Iberdrola.
62 millones de euros es la inversión estimada en las dos centrales de EE UU.
30% de la inversión es el retorno garantizado.
Un complemento frente a la apuesta eólica
Los planes de Iberdrola en materia de renovables siguen centrados en la energía eólica. El resto de tecnologías en las que ha entrado tienen para el grupo un carácter "complementario" y forman parte de su estrategia en la medida en la que se puedan desarrollar en condiciones que considera adecuadas (en regulación, precios o demanda).
Así, al cierre del primer semestre del año, solo el 3% de la potencia instalada de la elíéctrica en renovables se correspondía con energías distintas a la eólica convencional. íšnicamente unos 395 MW de un total de 12.977 MW de potencia instalada global.
En esta parcela, la principal tecnología renovable del grupo es la minihidráulica. En este caso, dispone de 342 MW instalados, todos en España. En cartera, tiene proyectos por otros 172 MW en territorio nacional y por 88 MW más en Grecia.
En eólica marina (offshore), Iberdrola cuentan con una cartera de proyectos de 10.000 MW repartida en aguas de Alemania, Reino Unido y Francia. La primera instalación, la británica de West of Duddon Sands, está previsto que entre en operación en 2014.
En solar, aparte de las nuevas instalaciones fotovoltaicas en EE UU y de los apenas 2,1 MW heredados de la griega Rokas, la compañía cuenta con una planta de termosolar en Puertollano (Ciudad Real), con una potencia instalada de 50 MW.
La empresa tambiíén opera una planta de biomasa de 2 MW de potencia en Corduente, en Guadalajara. Se trata de la primera instalación de generación en España que solo utiliza residuos forestales procedentes de campañas de limpieza y prevención de incendios. El grupo promueve otras tres plantas de biomasa forestal que suman 25 MW.