Por... DAN PERRY
CERNOBBIO, Italia -- Los líderes empresariales y expertos en finanzas reunidos en Italia ofrecieron el viernes una evaluación pesimista sobre la economía global, y varios pronosticaron otra recesión debido a un cóctel de crecimiento lento, disfunción en la eurozona e inestabilidad en los mercados.
Los acontecimientos de este año -desde desastres naturales al aumento de la violencia y temores de que varias economías dejen de pagar su deuda soberana- no solamente han conmocionado al mundo financiero sino que han mermado la confianza de empresas y consumidores.
"Existe una gran posibilidad de una doble recesión", afirmó el economista Nouriel Roubini de la Universidad de Nueva York, apodado "Dr. Doom" (El doctor del pesimismo), mote que obtuvo por pronosticar con años de antelación al 2008 una crisis financiera, incluso en tiempos de bonanza económica.
En esta ocasión, Roubini se hizo eco del sentimiento generalizado en la conferencia anual del Foro Ambrosetti junto al lago Como, aunque algunos creen que las economías emergentes y varios países del norte de Europa se librarán de esa contracción.
Gran parte de los temores quedaron centrados en Estados Unidos.
"Las estadísticas que hemos visto recientemente en el sector fabril estadounidense, en el de la construcción, en el sentimiento de los consumidores, me indican que ha aumentado de forma significativa la posibilidad de que Estados Unidos siga contrayíéndose y que sufriremos una recesión oficial antes de fin de año", dijo el economista de la Universidad de Harvard Martin Feldstein, miembro del Consejo de Recuperación Económica del presidente Barack Obama, a The Associated Press.
Roubini dijo que para ello han influido gran parte de los acontecimientos del 2011: las revueltas en países árabes que encarecieron los precios del crudo, la situación en Grecia y su posible contagio por el resto de Europa, los desastres naturales japoneses que interrumpieron la cadena global de suministros y "los importantes temores sobre el sistema estadounidense y la lucha política (sobre el aumento del tope de la deuda) entre demócratas y republicanos".
Debido a ello, cree que la economía ha quedado estancada en un crecimiento del 1%, cifra muy inferior a los pronósticos oficiales de muchos países.
Roubini consideró que el gobierno y los bancos centrales, que han gastado ya miles de millones de dólares en programas de estímulo con escasos resultados, no tienen ya más "munición" que utilizar.