Las campanas doblan por los mercados
por Cárpatos
Hace tiempo leí en la revista Muy Interesante que en la Edad Media era costumbre pensar que las tormentas eran debidas a los demonios, por lo que se consagraban los campanarios y se aconsejaba que cuando se oían los truenos el campanero se subiera a la torre y empezara a tocar las campanas. Es incontable el número de campaneros que dice la historia murieron al tocar las campanas en plena tormenta.
El mes de agosto ha estado plagado de tormentas bursátiles, y el caso es que se veía venir, y se han tocado las campanas en muchas ocasiones, pero no ha servido de nada, y los mercados han cerrado el mes desolados. Y lo malo es que empezamos septiembre igual.
El mal dato de empleo de EE UU, que deja bien a las claras que la debilidad de esta economía es una realidad, y la deteriorada situación en Europa siguen sin poner las cosas fáciles.
Los problemas de Grecia para cumplir sus objetivos de díéficit y el miedo a que esto afecte negativamente a la políémica de algunos países al pedir colateral para los príéstamos acaban redondeando una mala imagen de la situación en Europa que sigue resultando en una posición ventajosa para Alemania, cosa que la aleja más de un virtual apoyo al eurobono. Ahora toca mirar a la Fed para ver si mueve ficha.
Parece el único campanero disponible. Está claro que la Fed asume muchos riesgos, incluido el que le caiga un rayo si intenta sacar más helicópteros, pero tiene toda la pinta de que algo va a intentar.
Históricamente y como curiosidad, decir que septiembre, no siempre, pero sí de media, es un mes raro y si no, vean.
Supongamos que invertimos un dólar en el Dow Jones desde 1890 a 1996. Al final tendríamos 180 dólares, que no está mal.
Pero supongamos que en cada uno de esos años eliminamos la inversión a final de agosto y la retomamos en octubre. Es decir, estamos siempre en mercado menos el mes de septiembre...
¡Habríamos ganado quitando septiembre 681,92 dólares por dólar invertido!
Ya ven, no estar en septiembre en Bolsa desde 1890 habría supuesto tener casi cuatro veces más dinero en la cartera... Desde luego que no cabe duda de que en septiembre todo puede pasar, es un mes traidor. La vuelta de vacaciones parece que a la mente humana no le siente bien, y eso se refleja en Bolsa.
El punto de vista tíécnico lo da el futuro del mini en el gráfico de arriba. Sigue en un canal de intento de rebote, que se ha parado en el 50% de retroceso de Fibonacci, de retroceso de todo el tramo de bajada anterior (que es la línea punteada central). Si sigue subiendo y pasa ese nivel objetivo, el siguiente retroceso de Fibonacci es del 68,2%. Por debajo, peligro si pierde los 1.150, no sería nada bueno ni para íél ni para el resto de Bolsas. Los demonios siguen sueltos, ¿hacen falta más campaneros?