Por quíé el rebote de la bolsa tiene todas las papeletas para pinchar
por Ana Palomares
Los inversores han dado en los últimos días una tregua a las bolsas gracias a la expectativa de que la Fed activará un 'QE3' pero no habrá un gran 'rally'.
Han bastado tan sólo dos semanas para que los mercados de renta variable hayan cambiado las abruptas caídas por las moderadas ganancias, con la excepción del viernes. La razones de las fuertes caídas de la primera quincena de agosto estuvieron muy claras: miedo a que EEUU caiga en recesión avalado por la sucesiva publicación de malos datos macro, dudas en torno a la forma y el fondo del rescate de Grecia y posible contagio a países como España o Italia.
Sin embargo, no están tan claras las razones que explican los números verdes de los índices de los últimos días. Al fin y al cabo, los datos macro siguen decepcionando -sólo esta semana se ha conocido un índice de confianza de consumidor en EEUU desastroso y la nula creación de empleo-. Y tampoco ha desaparecido la incertidumbre en torno a la eurozona. ¿Quíé explica entonces las subidas de las bolsas? La expectativa aún no confirmada pero desde luego descontada por el mercado, de que Ben Bernanke vuelva a subirse a su helicóptero de liquidez y lanza un nuevo programa de medidas cuantitativas. ¿Pero, incluso se cumplen la expectativa, puede un QE3 sostener el sólo un rebote bursátil? Los gestores encuestados por elEconomista tienen claro que no. Al menos no uno que sea sostenible.
"No es suficiente ni la expectativa y ni si quiera pensamos que sea suficiente una reedición del QE2", afirma Juan Ramón Caridad, director de ventas institucionales de Swiss & Global. Sobre todo si este QE se limita a ser una imitación de su predecesor, el QE2, que contempló la compra de deuda pública por valor de 600.000 millones de dólares. "Es necesario que el supuesto QE3 centre directamente su marco de actuación en resolver el problema inmobiliario", afirma. "Para que el rebote sea sostenible se tienen que eliminar las incertidumbres políticas,: intervención de la Fed, plan de estímulo de Obama, eurobonos, rescate griego...", afirma Javier Ruiz, de Metagestión. De hecho, tal como apunta Victoria Torre, de Self Bank, "tal vez la buena noticia sería que no fuera necesario un QE3, ya que eso implicaría que la economía es capaz de empezar a caminar de nuevo". Y íésa si que sería una razón de peso que justificaría un rebote.
No parece íéste el caso. Como apunta Caridad "hay un 30% de posibilidades de volver a ver caídas de un 10% más". Una caída con la que coincide, en caso de que no se resuelvan los problemas políticos, Ricardo Sánchez, de Gestiohna. "Podríamos ver al S&P rondando los 1.000 puntos, al EuroStoxx 50, en los 2.000 o al Ibex en los 7.600", apunta. Por ello Víctor Alvargonzález, consejero delegado de Profim advierte que "sólo un inversor puede permitirse el lujo de entrar en un mercado así". Y Luis Bononato, de Valor Absoluto, se muestra igual de negativo: "Estamos esperando a que se clarifique la situación, posiblemente con caídas adicionales ya que a esta crisis todavía le falta ponerle un nombre".
Gangas para quien piense en el futuro
Sin embargo, el hecho de que el mercado aún puede enfrentarse a otro susto no anula la idea de que el crash del último mes ha dejado verdaderas gangas en bolsa para los que piensen más allá de mañana. "Para el inversor de renta variable con visión a medio y largo plazo que no se deje llevar por modas o emociones puntuales, puede tratarse de un momento de entrada atractivo", afirman desde Elcano Sicav. Aunque, no todo vale. Tambiíén en un contexto de caídas generalizadas es necesario diferenciar de aquellos valores en los que están justificadas de los que no. "Siendo muy selectivo con las acciones hay oportunidades interesantes", afirma íngel de Molina, de Tressis.