La empresa fabricante de paneles fotovoltaicos Solyndra LLC, con base en Fremont, California, que en 2009 recibió un príéstamo federal de 535 millones de dólares (373 millones de euros), ha anunciado que se declara en bancarrota y que despedirá a 1.100 trabajadores, entre permanentes y temporarios. Las condiciones de la economía mundial, y la caída en los precios de los paneles, principalmente por la fuerte competencia china, están entre los motivos aducidos. En mayo pasado el presidente Barack Obama había visitado las instalaciones de la firma y la había puesto como ejemplo de su política a favor de las renovables.
El anuncio promete aumentar la observación del Departamento de Energía sobre el programa de príéstamos, que ya ha sido objeto de una investigación dirigida por representantes republicanos de la Cámara. Los analistas del sector tambiíén ven en esta decisión de Solyndra potenciales consecuencias políticas y la posibilidad de que aquellos que impulsan recortes presupuestarios federales intentarán mostrar la quiebra como un ejemplo de despilfarro.
La compañía redujo sus planes de crecimiento a partir de 2010 cuando retiró una oferta pública, reestructuró su equipo ejecutivo, y anunció planes de cerrar una de sus plantas de California y el retraso de la expansión de su nueva instalación.
Según su sitio web, Solyndra estaba en el proceso de aumento gradual de hasta 300 MW en su planta de California. En 2010, la compañía completó más de 1.000 instalaciones en todo el mundo. Ahora, todo apunta a la venta de su negocio y de las licencias de su tecnología CIGS de película delgada.
La compañía había recibido gran atención por su innovadora tecnología para azoteas. De hecho, fue mostrado como una empresa próspera y modelo para la tecnología de fabricación estadounidense, tanto por el mismo Obama, como por el secretario de Energía, Steven Chu, y por el entonces gobernador estadual Arnold Schwarzenegger.
Según un comunicado de prensa de la compañía, Solyndra registró un fuerte crecimiento en el primer semestre de 2011 y obtuvo un número de pedidos muy grandes para tejados comerciales en Amíérica del Norte.
Las autoridades dijeron que la empresa no podía "conseguir operaciones a gran escala lo suficientemente rápido como para competir en el corto plazo con los recursos de las grandes empresas extranjeras". Este último párrafo debe leerse como una mención a la competencia china, a la cual varios analistas describen por debajo en lo tecnológico respecto a la fotovoltaica estadounidense, pero con una mejor política de financiamiento estatal, y un amplio apoyo gubernamental a la hora de exportar sus productos.
Más información:
www.solyndra.com