Hallan bacterias inmunes a antibióticos y sería por efecto del maíz transgíénico
La industria cerealera utiliza, por ejemplo, genes inmunes a la penicilina. El material geníético se puede transmitir por distintas vías a otros microbios, que tambiíén se harían resistentes a los medicamentos
Una investigación de científicos de la Universidad Nacional de Córdoba advierte sobre el peligro que representan los cultivos transgíénicos para la salud pública. En tal sentido, advierte que, para producir semillas geníéticamente modificadas, se emplean genes de bacterias resistentes a antibióticos como la penicilina y la ampicilina, ampliamente utilizados en medicina. El problema es que esa inmunidad se puede difundir entre los microbios, y hacer totalmente ineficaces a los medicamentos.
Estudios en Alemania hallaron genes resistentes en el polen, y la Unión Europea prohibió el uso de este tipo de semillas transgíénicas en 2004.
Según precisa el estudio, la industria produce semillas transgíénicas incorporando al genoma de algunos cultivos genes específicos para mejorar su rendimiento, haciíéndolas resistentes a determinadas plagas, agroquímicos u otros factores.
Cómo se usan los genes resistentes a antibióticos
Para testear la efectividad de estas manipulaciones, injerta tambiíén “genes marcadoresâ€, fragmentos de ADN que hacen posible detectar el resultado de las mutaciones en el laboratorio.
“De esta manera se logra detectar, como ser, que un lote del cereal ha sido efectivamente modificado en un porcentaje mayor al 75% de sus semillas y puede ser comercializado como maíz transgíénicoâ€, explica el informe de la Reduas.
El punto es que esos genes marcadores son de bacterias que adquieren la capacidad de generar anticuerpos contra los antibióticos. Esa capacidad es transmitida de generación en generación.
Por ejemplo, algunas son capaces de sintetizar penicilasa, una sustancia que les permite neutralizar a la penicilina y sus derivados.
Lo más crítico es que esta capacidad tambiíén se puede transferir de una especie de bacteria a otra.
Algunos de los genes marcadores son:
-BlaTEM1, de resistencia a penicilinas.
-Aph3’-2 (nptII) de resistencia a kanamicina y neomicina.
-Aph3’-38 de resitencia a amikacina.
-Ad3â€9 de resistencia a estreptomicina y a espectinomicina.
La resistencia a los antibióticos se disemina
Medardo ívila, miembro de la Red Universitaria de Ambiente y Salud (Reduas), es míédico e investigador científico y estuvo al frente del estudio. Además, forma parte del colectivo Míédicos de Pueblos Fumigados, que interviene en las problemáticas socioambientales vinculadas con los agroquímicos.
En el informe, que lleva su firma, advierte que los “genes pueden transmitirse por mecanismos de transferencia horizontal a otras bacterias y ocasionar la píérdida de la efectividad en la mayoría de nuestros mejores antibióticosâ€.
Por medio de la “transferencia horizontal†de genes, las bacterias intercambian información y capacidades de otras bacterias de similares y de diferentes especies o gíéneros, explica el estudio.
Además, advierte que pequeños fragmentos de ADN se trasladan desde la Escheriquia coli a otros organismos. Y agrega que los estreptococos, acynetobacter y aspergilus tienen “comprobada esta capacidad en el laboratorioâ€.
“Corroborando este fenómeno -dice el informe-, en Alemania, investigadores de la Universidad de Jena detectaron estos genes de resistencia a antibióticos en el polen de las patas de las abejas y en la miel producida por las mismasâ€.
Además, alerta que los alimentos transgíénicos, que contienen esos genes, “entran en contacto con una gigantesca flora bacteriana en el intestino humano, donde ocurren fenómenos de transmisión de material geníético ampliamente reconocido por los míédicosâ€.
Desde 2004, la Unión Europea prohibió el ingreso de maíz Bt con genes de resistencia a la ampicilina. Desde ese momento, Argentina reorientó las ventas de este grano a otros mercados. “La Directiva Europea se tomó considerando la amenaza sanitaria a la efectividad de los antibióticosâ€, sostiene el informe de la Reduas.
El 95% del maíz, transgíénico
ívila advirtió que el 95 por ciento del maíz producido en el país utiliza semillas transgíénicas. Es decir que contiene material geníético de resistencia a la penicilina y la ampicilina.
Río Cuarto, y todo el sur provincial, está ubicada en la zona núcleo de esa producción, junto a parte de Santa Fe y de Buenos Aires.
Ejemplos de semillas que reproducen la resistencia antibiótica y autorizados en Argentina son:
-Maiz bt 176 (Novartis), resistente a insectos lepidópteros.
-Maiz Mon810 (Monsanto), resistente a insectos lepidópteros.
-Algodón Mon531 (Monsanto), resistente a insectos lepidópteros.
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