Los eurobonos son una respuesta a la crisis que los mercados han aplaudido, pero a la que Alemania todavía es reacia. Sin embargo, del rechazo frontal, Berlín ha dado paso al ‘esperaremos a conocer la propuesta’, según ha manifestado un portavoz del Ministerio de Finanzas. Expertos e inversores creen la solución para que Alemania ceda y acepte los eurobonos es la creación de los ‘red & blue bonds’, pero advierten de que hay muchos interrogantes por resolver.
“Ha habido mucho debate sobre la necesidad de los eurobonosâ€, dijo ayer Josíé Manuel Durao Barroso, presidente de la Comisión Europea. “Quiero confirmar que presentaremos pronto las opciones para la introducción de los eurobonos. Algunas podrán ser implementadas dentro de los tíérminos del tratado actual y otras requerirán que se hagan modificacionesâ€, añadió.
La propuesta más extendida para la creación de los títulos de deuda comunitaria es la del ‘red&blue’, es decir, bonos malos y bonos buenos. Los países podrían canjear su deuda por bonos azules -con unos intereses más reducidos para la mayoría, ya que cuentan con el respaldo de la eurozona- hasta el 60% de su PIB (nivel que se estableció en Maastricht). El resto de la deuda sería solo nacional y tendría la prima que correspondiese a cada país.
Barroso no ha adelantado detalles si la propuesta de la Comisión irá en esta línea. Un economista consultado por Cotizalia comenta que todas las opciones de eurobonos tienen similitudes a la del ‘red & blue’. Aunque advierte que, “como dicen los ingleses, el diablo se esconde en los detallesâ€. Lo primero que hace falta, insiste, “es conocer la letra pequeña de las propuestas de eurobonosâ€.
Bonos buenos, bonos malos
Efectivamente, los bonos azules servirían para dar tranquilidad a los inversores. Pero los países con problemas de deuda ya superan el nivel del 60% y, por tanto, seguirían manteniendo sus bonos, los rojos, que estarían penalizados. “No se sabe quíé sucedería con los bonos rojos o que pasaría si hubiera un impago de la deudaâ€, explica el economista.
Otro experto señala que los inversores podrían rechazar los bonos nacionales, que serían activos de segunda clase, de riesgo, “entonces sería un desastre inmediatoâ€. El beneficio que aportarían los azules para la financiación podría verse eclipsado por el castigo a los rojos.
“Hay que tener en cuenta que nadie da un cheque en blancoâ€, subraya el economista. En este sentido, Alemania ha manifestado siempre su oposición a los eurobonos. No quiere ‘premiar’ a los países que no lo han hecho bien y han terminado con una crisis de deuda, “pero es la primera interesada en resolver la crisis, para Alemania son más interesantes los eurobonos que, por ejemplo, una reestructuración desordenada de la deuda de algún paísâ€, añade.
Hace falta solucionar los problemas
En lo que la mayoría de expertos y líderes políticos coinciden es en que los eurobonos no son la solución a largo plazo. “No resuelven el gran problema de fondo, que es determinar quíé tipo de Europa queremos ser y cómo hacerlo. El principal problema es el crecimiento en la eurozona y la convergencia hacia una mayor integración fiscalâ€, añade. Una idea que se sitúa en línea con lo que declaró Barroso ayer.
Aunque los eurobonos “sean imperfectos y será difícil ponerlos en marcha, es una opción mucho menos destructiva, económica y políticamente que ver cómo se colapsa el euroâ€, subraya un miembro del think than londinense Centre for European Reform, en declaraciones a WSJ.
Las bolsas europeas valoraron positivamente a la idea de los eurobonos y subieron con fuerza pese a la rebaja de ratings a los bancos franceses y a las comunidades españolas. Sobre esta reacción un experto comenta que existe cierta esquizofrenia y que “se ha perdido el norte sobre lo importante, nos esta