La prima de riesgo se mantenía en el entorno de los 350 puntos básicos en la apertura de los mercados europeos despuíés de que Grecia se haya comprometido a cumplir su ajuste ante la canciller alemana, Angela Merkel, y el presidente francíés, Nicolas Sarkozy.
La rentabilidad del bono a 10 años se situaba en el 5,383%, lo que implicaba un diferencial respecto al bund alemán de 351,7 puntos básicos. El diferencial italiano se situaba en los 376 pbs.