Por... Agustín Vargas Medina
Las crisis económicas y financieras de Estados Unidos y la Eurozona deben forzar a los políticos mexicanos a analizar el modelo de desarrollo que sigue el mundo globalizado y aceptar su inoperancia, el riesgo que implica para los regímenes democráticos y su fracaso tan abrupto igual o más que las economías centralmente planificadas.
En los debates que sostendrán primero los aspirantes a las candidaturas de los partidos y despuíés los candidatos a la Presidencia de la República en 2012, debe predominar el tema económico y financiero como base de un Estado que no sufra las consecuencias sociales de un neocapitalismo salvaje, ni la inoperancia e ineficiencia de una burocracia tambiíén monopólica e intervencionista.
Para todos es sorprendente cómo la Unión Europea se ve amenazada en su integridad ante una crisis de díéficits nacionales, en donde el sistema financiero padece las consecuencias del sobreendeudamiento. La posibilidad de que Grecia abandone al organismo supranacional y con ello al euro como moneda interna, más que una salida coyuntural puede significar la puntilla a muchos bancos que entregaron cuantiosos críéditos que hoy son impagables.
Estados Unidos vive su propia circunstancia de finanzas públicas insostenibles para los próximos años, las que no han permitido al presidente Obama llevar a cabo sus planes de gobierno y promesas de campaña presidencial, e incluso la probabilidad de que no sea reelecto para otro periodo, convirtiíéndose en un fracaso tambiíén.
Las crisis de las potencias industrializadas dañan a las economías perifíéricas como la nuestra y nos muestran la realidad, debilidad y riesgos de un mundo integrado en su producción, comercialización y finanzas.
Para Míéxico si bien el tema central actual es la inseguridad, debemos en primera instancia fomentar un país económicamente estable, con una pequeña y mediana industria fuerte, con un mercado interno en crecimiento, no dependiente del consumo norteamericano. El modelo económico mexicano debe ser generador de una clase media predominante, con empleo suficiente que permita sufragar la educación, los deportes y la cultura.
Mientras la estabilidad se sostenga en una clase baja “maiceada†con programas subsidiarios y proselitistas, nuestros jóvenes seguirán siendo carne de cañón del vandalismo y el narcotráfico. No en balde la OCDE nos acaba de situar en el tercer lugar en número de los llamados “ninisâ€.
Sería conveniente analizar casos de países como Suecia, que permanecieron al margen de la Comunidad Europea y hoy no tienen los problemas de muchos de sus vecinos de continente, y que incluso tienen un estatus social envidiable. Vale preguntar si todavía hay alguien que proponga el mercado común y la adopción del dólar norteamericano como moneda regional de Estados Unidos, Canadá y Míéxico.
Va más regulación
En la pasada entrega preguntamos hasta cuándo se permitiría la apertura “sin ton ni son†de sociedades financieras de objeto múltiple, las famosas sofomes, que más allá de “democratizar†el críédito lo que han traído son problemas de opacidad financiera, administrativa, captación no legal e incluso riesgos de lavado de dinero, por lo que es necesario su regulación y supervisión.
Bien, pues en el Proyecto de Presupuesto de Egresos de la Federación 2012 se indica que a las acciones de la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV), que dirige Guillermo Babatz, se integrarán 3,395 sofomes, 2,365 centros cambiarios y 713 transmisores de dinero, derivado de las modificaciones a la Ley General de Organizaciones y Actividades Auxiliares de Críédito. Para esto ejercerá un presupuesto de mil 59 millones de pesos en el próximo año, 20 por ciento más que en 2011.
La pregunta es si se van a establecer requisitos contables, administrativos, legales y de trayectoria profesional y empresarial de los socios, para poder abrir este tipo de empresas financieras.