Por... Alejandro Gómez Tamez
Despuíés de semanas como la que está por concluir es que no damos cuenta de la poca relevancia del peso mexicano en el mundo financiero internacional, y confirmamos que nuestra moneda está muy lejos de ser considerada una moneda de reserva para inversionistas extranjeros. Los hechos muestran que los episodios de fortaleza del peso, como los vividos en los meses de mayo a julio de este año no son producto de nuestra "fortaleza" económica, sino que obedecen a que en momentos de "estabilidad" económica los inversionistas internacionales simplemente colocan sus recursos de corto plazo en aquellas naciones que pagan mejores intereses.
Al escribir estas líneas el dólar se encuentra en $12.95 pesos en su cotización interbancaria. Esto implica que en la semana del viernes 9 al viernes 16 de septiembre el dólar se encareció en 30 centavos. Por su parte, en el periodo del 16 de agosto al 16 de septiembre el dólar aumentó en 70 centavos; mientras que con respecto al 2 de mayo de este año (día en que alcanzó su nivel más bajo del año al cotizarse en $11.505 pesos), el precio del dólar ha aumentado $1.445 pesos.
Los anteriores datos simplemente confirman que nuestra moneda registra una excesiva volatilidad, lo cual dificulta la realización y planeación de negocios internacionales. Es verdad que todas las monedas que fluctúan día a día (como el peso), muestran volatilidad, pero la cotización peso-dólar es excesiva. Tenemos que en el periodo del 4 de enero de 2011 al 16 de septiembre del mismo año, el dólar ha costado en promedio $11.96 pesos, y la desviación estándar es de 30 centavos, lo que implica pues que si asumimos una distribución normal, el 95% de las cotizaciones en el año se han ubicado en un rango que va de los $11.38 pesos por dólar hasta los $12.54 pesos por dólar. Esta es una diferencia de $1.17 pesos en la cotización, o casi un 10% de su valor promedio. Esto sin duda es excesivo.
¿A quíé quiero llegar con tanto número y tecnicismo? Simplemente a un punto: una moneda que muestra tanta volatilidad es una excelente presa para los especuladores. Veamos un caso extremo: cuando un país tiene un tipo de cambio fijo la especulación se dificulta en el corto plazo porque ya sabes cuál será la paridad el día siguiente. Pero cuando una nación tiene un tipo de cambio que se mueve mucho día a día, surgen interesantes oportunidades de "apostar" si al día siguiente bajará o subirá, y en quíé proporción.
¿Cómo se hacen estas apuestas en contra de nuestra moneda y su valor respecto al dólar? Pues muy sencillo, a travíés de instrumentos financieros derivados como los futuros y las opciones. Con estos instrumentos puedes comprar o vender dólares hoy con una entrega garantizada en una fecha futura pactando el precio de entrega el día de hoy, apostándole así al valor que tendrá la paridad en el futuro.
Desde luego que en este "juego de apuestas", un casino legal, juegan muchas variables que mueven el tipo de cambio como lo son las tasas de interíés internas y externas, la situación económica global y, desde luego, pero en mucho menor medida la situación económica nacional.
Por ejemplo, en este momento el futuro del peso en el Chicago Mercantile Exchange se encuentra en un nivel de $13.5593 pesos por dólar. ¿Estaría usted dispuesto a comprar o vender dólares a ese nivel el día de hoy, sabiendo que en marzo de 2013 usted deberá honrar su palabra y concretar la transacción (no hay forma de salirse del contrato y por eso tendrá usted que abrir una cuenta al margen)?
Si usted dice que si le entra a la apuesta y decide comprar un millón de dólares a ese tipo de cambio, entonces al llegar el mes de marzo de 2013 si el tipo de cambio de cambio está en $15 pesos por dólar, pues usted habrá "ganado" porque comprará los dólares baratos a un tipo de cambio previamente pactado de $13.5593 pesos por dólar. Usted tendría una ganancia de $1 millón 440 700 pesos. ¿Pero quíé pasa si en marzo de 2013 el dólar está a $11.50? Pues usted ya "perdió" porque tendrá que comprar los dólares caros al precio previamente pactado de $13.5593. Usted perdería $2 millones 59 mil 300 pesos con este resultado. ¿Interesante y riesgo no cree?
Ese fue sólo un ejemplo sencillo de cómo funciona este mecanismo de especulación. Claro que hay futuros del peso con vencimiento cada mes, por lo que las posibilidades de especulación son ilimitadas.
Así pues, cuando observamos que el dólar está a $11.50 o a $13.00 pesos, pues realmente no podemos decir que el nivel del tipo de cambio dependa mucho de nuestra situación económica como nación; sino que como ya se ha mencionado, depende de los especuladores, y de aquellos inversionistas que buscan una ganancia de corto plazo aprovechando que nuestros Certificados de la Tesorería (Cetes) a plazo de 28 días pagan al día de hoy un rendimiento anualizado de 4.25 por ciento, mientras que un instrumento similar en Estados Unidos, como el Treasuty Bill a un mes paga actualmente 0.00% (si, cero por ciento) Fuente:
http://www.treasury.gov/resource-center/data-chart-center/interest-rates/Pages/TextView.aspx?data=yield Por lo tanto, ese discurso de que la fortaleza económica y los fundamentales de la economía son lo que hacen que el dólar estíé caro o barato es falso. La paridad la mueven especuladores e inversionistas institucionales de corto plazo. Hay que ver quíé pasa en el mundo con la crisis en la Comunidad Europea para entender porque el dólar cuesta ahora casi $13 pesos no obstante el diferencial de tasas de interíés entre Míéxico y Estados Unidos.
¿Y quíé va a pasar con el dólar en el corto, mediano y largo plazos? Desde luego que no hay una bola de cristal que permita hacer un pronóstico certero. Pero lo que yo creo es que en el corto plazo lo seguiremos viendo un dólar en niveles de $13 pesos (un nivel más cercano a la realidad de Míéxico), pero desafortunadamente el exceso de dólares que hay en el mundo harán que si se resuelve la crisis financiera en Europa y Estados Unidos retoma el crecimiento, harán que el dólar baje nuevamente a un nivel de $11.50 pesos.
Mientras tanto, el dólar a $13 pesos representa una buena noticia para los sectores productivos nacionales que sufren los estragos de la subvaluación en las aduanas. Tenemos que el aumento del dólar en el periodo de mayo a la fecha representa una protección adicional a la planta productiva nacional de 12.6 por ciento.
Así, la conclusión a todo esto es que el Banco de Míéxico debería bajar sus tasas de interíés para evitar que nuevamente tengamos el super-peso, que tantas distorsiones causa a la planta productiva y a la toma de decisiones empresariales. Con un dólar en un nivel más cercano a su valor real (en torno a los $13.30 pesos), la especulación podría ser menor y la planta productiva se vería beneficiada. Ojala que el Banxico lo entienda y lo haga.