El mundo financiero está centrando su atención en el desarrollo de la crisis de deuda en la eurozona, relegando a un segundo plano lo que antes era la "madre de todas las incertidumbres" la economía estadounidense y la posible entrada en doble recesión. Pero, hay una incógnita que, aún pesando decisivamente en el devenir de los mercados, está pasando totalmente desapercibida: la situación económica en China.
En la última recesión estadounidense y europea, China se mostró tremendamente resistente impidiendo que el mundo desarrollado pasara de la recesión a la depresión. Sin embargo, las cosas pueden ser muy distintas si finalmente Estados Unidos entra en "double dip".
El subdirector gerente del Fondo Monetario Internacional y ex-funcionario chino, Zhu Min, ha comentado que existe un riesgo potencial importante en China.
Zhu dijo que China ha duplicado la proporción de príéstamos desde por debajo del 100% del PIB antes de la crisis de Lehman hasta el 200% de ahora.
Tal y como apunta Ambrose Evans en un editorial en el Telegraph, el peligro es que este exceso pueda empezar a manifestarse ahora ante una fuerte caída de la economía occidental, y posiblemente una doble recesión.
China y la Asia emergente están, desde un punto de vista fundamental, más díébiles en esta ocasión, despuíés de haber agotado sus colchones fiscales, dejándoles poco margen de maniobra para hacer frente a un nuevo shock global. Sus políticas monetarias ya están relajadas.
“Estamos en un momento clave. Necesitan asegurarse de que sus economías no se desaceleran demasiado rápidoâ€, dijo Zhu en el Foro Económico Mundial en Dalian.
El uso de electricidad en China - un indicador que se sigue muy como verdadero pulso real de la economía - tuvo un crecimiento casi plano durante el verano. Los pedidos de exportación cayeron un 3,3% en agosto, con el índice PMI en un mínimo de 28 meses. Los inventarios han aumentado.
La oferta monetaria M2 se ha reducido desde su tasa de crecimiento normal del 18-20% al 12% durante los últimos tres meses (anualizada). Un hard-landing o aterrizaje forzoso de su economía ya está en marcha, señala Diana Choyleva de Lombard Street Research.
Beijing ha buscado activamente enfriar el sobrecalentamiento económico, alarmado por una inflación por encima del 6% y ratio precio a ingresos para las viviendas en las ricas ciudades de la costa alcanzando salvajes extremos del 20%. Pero, por otra parte, las autoridades no quieren que los precios se dirijan violentamente del boom al crash.
Evans destaca que el patrón histórico de las crisis mundiales señala que la región más fuerte en ese momento es a menudo víctima de su propia crisis despuíés de tres años o menos, ya que normalmente fue capaz de responder con una explosión de críédito que supone problemas en el futuro. Japón se libró la crisis de 1987, sólo para sucumbir en 1990: los EE.UU. esquivó la crisis asiática en 1998 sólo para enfrentarse al colapso de las puntocom en el año 2001.
Fitch Ratings dijo que podría rebajar la calificación de China, si los bancos en problemas requieren otro rescate del gobierno.
La agencia dijo en julio que el crecimiento del críédito todavía estaba en una pauta del 38% durante este año, si se incluye financiación fuera de libros. “El apalancamiento es mayor de lo que parece. El sistema bancario chino es el más grande y de más rápido crecimiento, pero en general poco capitalizado respecto al resto de mercados emergentesâ€, dijo el autor del informe, Charlene Chu.
En torno al 55% de todos los príéstamos nuevos ya vienen de fuera del sistema bancario, tres veces el nivel de 2006. “Que la economía china se está desacelerando, mientras la financiación sigue siendo tan abundante ilustra cómo el crecimiento depende de la financiación†dijo.
La rentabilidad económica de cada uno de los yuanes adicionales de críédito se derrumbó desde el 0.75% al 0.18% despuíés de Lehman. Aún no se ha recuperado totalmente.
Charlene Chu dijo que el auge del críédito en China no es el mismo que se vio en Islandia - aumentó desde el 130% del PIB al 440% en cinco años - pero es mucho peor que en Estados Unidos antes de la crisis sub-prime, o incluso en Japón antes de que la burbuja estallara.
“Esa rápida subida en el apalancamiento es una señal de que el beneficio en el críédito ha disminuido, lo que significa que la capacidad de pago de los deudores no mantiene el ritmoâ€, dijo Fitch. La agencia teme que la morosidad pueda aumentar desde el 2% del último año hasta el 30%.
El Banco central de China ha retrasado su ofensiva sobre los príéstamos fuera de libros, incrementando los tipos de interíés y un incesante aumento en el coeficiente de reservas bancarias.
Ahora se está centrando en los míétodos utilizados para eludir los controles monetarios, de acuerdo con Caixin Magazine. Los reguladores pretenden restringir 150.000 millones de dólares en críéditos durante los próximos seis meses.
Sin embargo, a la vez que el gobierno aprieta los tornillos, corre el riesgo de golpear los díébiles puntales de los gobiernos locales de China, que han acumulado 1,7 billón de dólares en pasivos en una fiesta sin fin. El 40% de los ingresos de los gobiernos locales dependen de la venta de tierras.
“Si tenemos un aterrizaje forzoso el gobierno no va a ser capaz de pagar los salariosâ€, dijo Wang Jianlin, el mayor promotor inmobiliario de Dalian.
“Lo que está claro es que si Europa y Estados Unidos vuelven a caer en recesión, China no será capaz de apuntalar la economía mundial por segunda vezâ€, dice Evans.
Fuentes: Ambrose Evans