España y Grecia, las economías avanzadas con mayor tasa de paro en todo el mundo hasta 2016
por Jose Luis de Haro - Washington
Si las previsiones a medio y corto plazo no son nada halagí¼eñas, el futuro más allá de 2013 se promete complicado, especialmente para nuestro país. El Fondo Monetario Internacional no quiso pronunciarse sobre el posible cambio de Gobierno en España ante las presidenciales del próximo 20-N pero lo que está seguro es que el partido ganador va a tener que aplicar nuevas medidas. Según las últimas previsiones que maneja la institución capitaneada por Christine Lagarde, nuestro país crecerá por debajo del 2 por ciento durante los próximos cinco años, una cifra enclenque que poco podrá hacer por solventar algunas de las lacras sociales de nuestro país, como es el desempleo.
De hecho, según las comparaciones estadísticas actualizadas de septiembre de 2011, nuestro país será una de las economías desarrollada con mayor tasa de paro en 2016, cuando alcanzaremos un 15,7 por ciento, sólo superados por Grecia, cuya tasa de paro será de un 17,2 por ciento. Es decir, sí las reformas estructurales que intenta poner en marcha Moncloa tendrán un efecto a largo plazo, al fin y al cabo reduciremos la tasa de desempleo a un ritmo de un uno por ciento anual durante los próximos cinco años. Aún así, España no conseguirá distanciarse de países perifíéricos en estos menesteres.
Grecia, Irlanda, Portugal y nuestro país son las únicas economías avanzadas que contarán con tasas de paro que superen el doble dígito en 2016, algo que pone de manifiesto las dificultades que encontrará nuestro país en los próximos años para intentar desligarse del grupo de ovejas negras de la Eurozona.
La expansión económica de nuestra economía no sufrirá un impulso hasta 2013, cuando se espera que el PIB crezca un 1,76 por ciento. A partir de entonces seguirá su ascenso en 2014 y 2015, cuando aumentará a un ritmo del 1,86 y 1,94 por ciento respectivamente. A partir de entonces volverá a estancarse y en 2016, volverá a ceder ligeramente hasta el 1,84 por ciento. Como es evidente, la actividad de España cogerá algo de impulso pero no conseguirá volver a recuperar niveles previos a la crisis financiera, cuando los últimos coletazos del boom inmobiliario hizo que el PIB creciera a un ritmo de entre un 4 y un 3,5 por ciento entre 2006 y 2007.
Con este lánguido crecimiento se podría asegurar que la tasa de paro en 2016 seguirá superando con creces la registrada en el año 2000, cuando España contaba con un 13,8 por ciento de desempleo, el nivel más alto durante los años previos a la crisis financiera de 2008 y la posterior bomba de deuda soberana en el Viejo Continente.