Los crecientes lazos entre Latinoamíérica y China ayudarán a reforzar a la región contra las crisis económicas del mundo desarrollado, pero no son un remedio para sus desafíos de largo plazo, dijo el Banco Mundial.
China ha pasado de ser una fuerza insignificante en la región hace 15 años a convertirse en el mayor socio comercial de varios países, incluyendo al gigante regional Brasil, y en un consumidor voraz de las materias primas de la región.
El creciente peso del país asiático ha encendido esperanzas de que Latinoamíérica, con el acelerado crecimiento en los flujos de comercio y de inversión, pueda trepar por la escalera económica y escapar del grupo de países de ingreso medio.
Pero el Banco Mundial dijo en un reporte que había pocas señales de que la influencia de China por sí sola pudiera impulsar ese salto de Latinoamíérica, como la influencia dominante de Estados Unidos tampoco ha ayudado a sacar a gran parte de la región de la pobreza.
“China no es un “silver bullet†(santo remedio)â€, dijo Augusto de la Torre, economista en jefe para Latinoamíérica y el Caribe, durante la presentación del reporte en una rueda de prensa en Washington que tambiíén fue transmitida por internet.
China “no debe ser vista como un salvavidas. Es una oportunidad para la región para ser aprovechada o desaprovechadaâ€, agregó.
Un ejemplo de cómo China podría transformar a la región es la experiencia de las economías de los “tigres asiáticosâ€, que alcanzaron el estatus de desarrollados con la dominancia económica de Japón en la díécada de 1980.
Pero el banco dijo que no había evidencia clara de que el creciente rol de China en la región estíé acompañado del tipo de transferencia tecnológica y crecimiento en la productividad que ayudó al este de Asia a alcanzar un nuevo paradigma económico.
“No es sólo lo que vende Amíérica Latina a China, es cómo lo vende y cómo lo produceâ€, sostuvo De la Torre.
REZAGOS
Gran parte de Latinoamíérica todavía se ve perjudicada por un pobre sistema educativo, una deficiente infraestructura y una carencia de innovación que tambiíén ayuda a explicar por quíé luchaba por sacar provecho de sus relaciones económicas con Estados Unidos, sostuvo el banco.
“El hecho de que la relación de Latinoamíérica y el Caribe con China dependa de las exportaciones de materias primas levanta la obvia bandera roja de que, en lugar de una bendición, pueda terminar convirtiíéndose en una maldición para el crecimientoâ€, dijo el banco en el reporte.
De la Torre puso los ejemplos de Venezuela y Ecuador como países que habían establecido fuertes lazos con China a travíés de la venta de petróleo, pero hasta ahora no han sido beneficiados mucho en tíérminos de crecimiento.
El Banco Mundial espera un crecimiento económico promedio en Latinoamíérica y el Caribe de entre un 4 y un 4.5% este año y por debajo del 4% en el 2012, una desaceleración frente al 6% registrado en el 2010.
De la Torre dijo que eso oculta las crecientes disparidades regionales en el crecimiento entre países como Brasil, Míéxico y Perú, que han mantenido sus metas de inflación y ahora tienen espacio para recortar sus tasas de interíés, y las economías más díébiles en Centroamíérica y el Caribe.