El anuncio del llamado twist de la Fed -venta de bonos a corto plazo y la posterior adquisición de deuda a largo- centró ayer la atención de los inversores. Wall Street recibió con caídas el programa y los futuros de los mercados europeos, ayer cerrados cuando Bernanke comunicó las medidas, apuntan hoy a caídas superiores al 2%.
La Reserva Federal de Estados Unidos lo dejó ayer claro: los riesgos para la economía están aún muy presentes, por lo que mantendrá su política de dinero barato. Además, desveló un programa basado en la el intercambio de de títulos a corto por otros a largo plazo para modificar la cartera global, por valor de 400.000 millones de dólares.
Los mercados de EE UU no recibieron bien las medidas y el S&P 500 se dejó anoche cerca de un 3%, alc onsiderar los inversores que no serán suficientes para animar una economía decaída. Una tendencia que, en principio, podrían seguir hoy las Bolsas europeas, cuyos futuros en la preapertura apuntan a fuertes caídas, superiores al 2%.
El euro, por su parte,ha abierto a la baja en el mercado de divisas de Fráncfort y se cambiaba a 1,3565 dólares, frente a los 1,3688 de la jornada de ayer.
Tampoco ayudó el informe de estabilidad financiera del FMI, que cifra en 300.000 millones de dólares los riesgos de la banca europea por la crisis de deuda.
En el frente griego, el Gobierno de Atenas comunicó ayer medidas adicionales para cumplir con los objetivos de díéficit pactados con la troika (BCE, CE y FMI) para las ayudas. El Ejecutivo se propone recortar un 20% las pensiones y prejubilar a 30.000 funcionarios. Esta madrugada, el presidente del Consejo Europeo, Herman Van Rompuy, ha indicado que la entrada en suspensión de pagos de Grecia "no es una alternativa" porque el "riesgo de contagio" a otros países de la eurozona es "grande".