Sacyr no podrá pagar su deuda en menos de 35 años
por Marisa Martín En El Economista
¿Cabía esperar que los analistas de Cheuvreux Críédit Agricole (Calyon), el banco que asesora a la mexicana Pemex, elaboraran un penoso informe acerca de Sacyr Vallehermoso?
Es especialmente significativo, porque fue la sociedad de valores con la que Petróleos Mexicanos llevó a cabo la compra del 4,6% de Repsol durante la primera quincena de septiembre. Fue su asesor en la operación y financió parte de la misma, que rondaba los 1.200 millones de euros.
El análisis lleva el siguiente título: Es el cash flow, estúpido. El broker juega con la ya famosa frase que pronunció en 1992 Bill Clinton en la campaña contra George H. W. Bush, en alusión a su nefasta gestión económica. De esta manera, comienzan recordando la nota que tienen para la constructora. Una recomendación de infraponderar, y una rebaja del precio objetivo, desde los 8 euros hasta los 5 actuales, un 37% menos.
Pero eso es apenas una consecuencia. Entienden los expertos de Cheuvreux que la empresa de Del Rivero tiene una estructura muy desequilibrada. En definitiva, que con eso y sabiendo que no sólo arrastra la deuda de 4.900 millones de euros del críédito sindicado de la petrolera, si no que se suman otros 7.000 millones referenciados al resto de actividades (y íéstos apenas le generan un cash flow de entre 100 y 200 millones), la respuesta es clara: No podrá pagar lo que debe antes de un periodo de entre 35 y 70 años.
Pintan bastos para Sacyr. Las medidas que habría de tomar, a jucio de la firma de análisis, son drásticas. Porque aún tendrá que hacer frente a vencimientos anuales de unos 750 millones entre 2012 y 2015, con uno adicional de 500 millones el próximo ejercicio, que con la liquidez actual y el flujo de caja no cubriría.
Vías de salida
Pocas alternativas agradables le quedan a la constructora española. Cheuvreux propone dos. Primera, vender la participación de Repsol (20%) y otros activos. Y, ojo, a precios más apetecibles. Nunca a los niveles actuales de mercado. Por ejemplo, si se tratase de la petrolera, al menos habría que esperar a niveles de 30 ó 35 euros por acción -ahora está por debajo de los 19 euros-. Con ello podría devolver el críédito y reducir el resto de la deuda en torno a los 2.500 ó 3.500 millones.
Segunda, una ampliación de capital por unos 1.000 millones de euros. Sacyr ya llevó a cabo dos este año, por un valor de 700 millones, además de una emisión de bonos de 200 millones.