Pese a los innumerables ajustes que ha aprobado, Grecia no cumplirá ni este año ni el que viene los objetivos de PIB, díéficit, deuda o paro. Así lo confirmó ayer el Ejecutivo griego, alimentando los rumores sobre la suspensión de pagos y elevando las tensiones sobre Portugal, que podría ser el siguiente país de la UE en sufrir la presión de los mercados.
Grecia se aproxima con paso decidido a la suspensión de pagos. Dieciocho meses despuíés de ser intervenida y tras innumerables planes de ajuste, la economía griega no solo no ha remontado, si no que cada vez se asoma más al abismo de la quiebra. El Ejecutivo heleno presentó ayer el cuadro macroeconómico con el que ha diseñado los presupuestos para el próximo ejercicio con un denominador común: no va a cumplir ninguno de las objetivos pactados con la troika para tratar de reconducir sus maltrechas cuentas.
En el proyecto de Presupuestos que se comenzó a debatir ayer en el Parlamento de Atenas, el Gobierno presidido por Yorgos Papandreu reconoce que el PIB se desplomará un 5,5% este año (dos puntos más que lo pactado con la troika) y que la tasa de paro superará ya este año el 16,4% el año que viene (1,2 puntos más de lo estimado). La combinación de un menor crecimiento y un paro al alza reducirá los ingresos previstos en un entorno en el que los gastos, pese a los innumerables ajustes, seguirán al alza. Esto llevará a las cuentas griegas a registrar un díéficit presupuestario del 8,5% del PIB este año (nueve díécimas por encima de lo previsto) y del 6,8% del PIB para 2012 (tres díécimas superior). Este empeoramiento del díéficit obligará al gabinete de Yorgos Papandreu a recurrir más al endeudamiento. La deuda pública superará el 160% del PIB este año y llegará al 172% el próximo ejercicio.
El ministro griego de Finanzas, Evangelos Venizelos, asumió que estas cifras no corresponden con los compromisos alcanzados con la troika, aunque recalcó que tratará de alcanzarlos en los siguientes ejercicios. "Lo más importante y crucial para volver al crecimiento positivo, con todo lo que ello implica para las perspectivas del país y de sus ciudadanos, es cumplir con nuestros objetivos financieros y estructurales y demostrar internacionalmente nuestra unidad y consistencia", dijo ayer durante la defensa de los Presupuestos. Un mensaje que ya no cala en ningún país de la zona euro, en la que mayoritariamente apuestan por la quiebra de Grecia y una quita entre los acreedores de su deuda que podría llegar al 50% del total.
Pero antes de cualquier decisión al respecto, las autoridades comunitarias esperarán a conocer la letra pequeña del informe que la troika está preparando para desbloquear el sexto tramo de ayuda del primer rescate a Grecia, (valorado en 8.000 millones de euros). Todo apunta, según fuentes comunitarias, que finalmente se acabará aportando ese dinero, ya que la Comisión Europea es consciente de que el menor crecimiento ha tenido un peso vital en el aumento del díéficit. No obstante, Bruselas obligará a Grecia a corregir la desviación de tres díécimas prevista para el próximo año.
Y detrás de Grecia, si finalmente cae, puede ir Portugal, donde la evolución de la economía empieza a parecerse peligrosamente. "Si ocurriera algo muy grave en Grecia, no podemos excluir esa posibilidad", ha apuntado el primer ministro portuguíés, Pedro Passos Coelho. El mandatorio luso lanzó ese mensaje con dos intenciones: por un lado concienciar a los ciudadanos portugueses de que serán imprescindibles sacrificios adicionales si no se quiere acabar como Grecia y por otro llamar la atención a las autoridades comunitarias de que será necesario reforzar el cordón de seguridad para Portugal para evitar un posible contagio. Algo que solo se producirá si finalmente se consigue desbloquear el sexto tramo del primer plan de ayudas a Grecia y si se aprueba por todos los países miembros la ampliación del fondo de rescate. Si eso no sucede, la prima de riesgo portuguesa seguirá creciendo (en la actualidad prácticamente triplica a la española, con 854 puntos básicos) y provocará el cierre de los mercados para las empresas y las administraciones públicas que acudan a ellos para financiarse. Los pasos siguientes serían la falta de liquidez y la suspensión de pagos.
Las similitudes entre Grecia y Portugal tambiíén se reproducen en el terreno de la credibilidad. Al Ejecutivo griego le han descubierto numerosos episodios en los que maquilló las cifras de ingresos y gastos para cuadrar una cifras de díéficit irreales. El más sonado fue cuando ocultó 20.000 millones de gastos para situar el díéficit público por debajo del 3% y así propiciar su ingreso en la zona euro. En Portugal, el ministro de Finanzas, Vitor Gaspar, ha anunciado la puesta en marcha de medidas adicionales para reducir el díéficit tras aflorar unas cuentas ocultas en la región autónoma de Madeira al menos en tres ejercicios.
De este modo, la diferencia entre ingresos y gastos se habría situado en el 8,1 % en el primer semestre, aún muy lejos del 5,9% que debe alcanzar para diciembre próximo, tal y como estaba fijado en los planes de ajuste comprometidos con la troika para acceder a los fondos de su rescate financiero. Eso implicará más ajustes y más sacrificios, que se traducirán en nuevas subidas de impuestos, que vendrán acompañadas de otras medidas como la venta de patrimonio estatal, de concesiones e incluso la transferencia de fondos de pensiones estatales a la banca.
En cualquier caso, los ciudadanos cada vez son más conscientes de que los innumerables recortes de gasto aprobados no están teniendo el efecto deseado sobre las cuentas públicas, mientras que lo que sí están consiguiendo es asfixiar lentamente a la economía lusa. Esta ha entrado en recesión en junio tras encadenar dos trimestres negativos consecutivos. Entre enero y marzo, la economía lusa cayó un 0,5% en tasa interanual y en el segundo el descenso se elevó al 0,9%.
El deterioro en Portugal tambiíén está lastrando su capacidad para generar ingresos y al mismo tiempo está aumentando las necesidades de financiación. De este modo, la deuda superará ya este año el 101% del PIB y en 2012 llegara al 108%.
Las cifras
172% es el porcentaje sobre el PIB que alcanzará la deuda en Grecia en 2012.
5,9% del PIB es el objetivo de díéficit para Portugal marcado para este año. Hasta junio ya había superado el 8,1%.
Los datos
Díéficit Irlanda es la nación con mayor díéficit en 2011, con un 10% del PIB. Sin embargo, es la que más lo ha recortado, desde el 32% de 2010.
Deuda El frenazo en la actividad ha provocado un crecimiento sin precedentes de la deuda en Grecia, que llegará hasta el 172,7% del PIB en 2012.
Paro La tasa de paro ha crecido con fuerza en los tres países intervenidos, especialmente en Grecia, que ya supera el 15%.