La economía española se ha paralizado en el tercer trimestre. Todos los indicadores de actividad han caído respecto al anterior trimestre y muestran que el PIB entre julio y septiembre no habría crecido o solo lo habría hecho una díécima. En el cuarto todo apunta a que se volverá a tasas negativas. Ese deterioro afectará especialmente al mercado laboral que, según los expertos, tampoco creará puestos de trabajo en 2012.
España se encamina hacía una recaída económica en el cuatro trimestre dos años despuíés de salir de tasas negativas. La última vez que el PIB cayó en tasa intertrimestral fue el cuarto trimestre de 2009, en el que bajó dos díécimas. Todos los indicadores de actividad, excepto los vinculados con el sector exterior y con el turismo, han acelerado su caída entre julio y septiembre y abocan a la economía española, salvo sorpresa mayúscula, a una nueva recaída del PIB en el cuarto trimestre.
Entre julio y septiembre, el indicador sintíético de actividad que elabora el Ministerio de Economía muestra un avance del 0,4% en tasa interanual. Este mismo índice se elevó al 0,9% en el segundo trimestre, en el que finalmente el crecimiento del PIB se limitó a dos díécimas. De este modo, todo apunta a que el avance de la economía entre julio y septiembre se habría quedado en una díécima o en crecimiento cero. El dato oficial lo dará a conocer el INE el próximo 16 de noviembre, tan solo cuatro días antes de las elecciones generales.
Exportaciones, turismo y empleo
De esta manera, la economía española habría salvado momentáneamente la vuelta a tasas negativas por el tirón de las exportaciones, con crecimientos de dos dígitos, y del turismo, que ha registrado valores máximos en julio y agosto. Especialmente significativo fue el hito alcanzado en agosto, en el que llegaron 7,64 millones de viajeros, el ríécord en un mes en los últimos 16 años. El resto de sectores de actividad (industria, construcción o consumo) han continuado en el tercer trimestre la tendencia negativa mostrada en los dos anteriores. Todo ello ha tenido un reflejo inmediato en el mercado laboral. Sin actividad no se crea empleo. En agosto y septiembre se han destruido 200.000 puestos de trabajo por la conjunción de la finalización de los contratos de la temporada turística y los recortes de empleo en las comunidades autónomas.
Cemento, energía y pedidos
Los indicadores adelantados muestran que la atonía de la economía española se mantendrá a partir de octubre, en el que, además, no tendrá el soporte del turismo, ya que ese mes se inicia la temporada baja, en el que la entrada de visitantes cae bruscamente. Tampoco podrá contar con las exportaciones, ya que el deterioro económico en algunos de los grandes compradores de España (Francia, Portugal o Italia absorben el 33% de las exportaciones españolas) reducirá el volumen de compras en el último tercio del año. Así lo desvela la entrada de pedidos a la industria, que acumula cuatro trimestres consecutivos con caídas superiores al 29% en tasa anual. Sin la ayuda del sector exterior, el sostenimiento del PIB se basará casi en exclusiva en la demanda interna.
Algo impensable si se consulta la evolución de algunos de los indicadores adelantados, especialmente los ligados al consumo. El de cemento, vinculado a obra civil y construcción, ha registrado caídas superiores al 20% en al menos dos trimestres. El de energía, que mide la demanda de particulares y empresas, habría registrado la primera caída en un año, con un recorte del 0,7%. Esa línea descendente tambiíén han seguido las ventas al por menor y las de grandes empresas, afectadas por el recorte del consumo y de las importaciones.
¿Estancamiento o recesión?
En este escenario, la duda es si España entrará en un etapa de estancamiento o volverá a la recesión. Los 17 servicios de estudios que componen el panel de Funcas coinciden en que el PIB en el tercer trimestre no crecerá y que en el cuarto solo lo hará una díécima. En 2012 iniciará una senda de recuperación, aunque todavía muy suave, que le llevará a crecer apenas un 1%. Y esto compromete la solución para dos de los mayores problemas que afronta la economía española a corto plazo: la creación de empleo y la reducción del díéficit. Los expertos auguran que habrá una recaída en el número de afiliados a la Seguridad Social, por lo que dan por descontado que se alcanzarán antes de final de año los cinco millones de desempleados. De hecho prevíén que la afiliación caerá un 1% este año y que en 2012 tampoco se creará empleo.
Al mismo tiempo, las malas expectativas sobre la economía a corto y medio plazo retraerán aún más el consumo de los hogares y la inversión de las empresas, con lo que se abren muchas dudas sobre los ingresos de los que se va a disponer el Estado para reducir el díéficit.
Inmobiliario
El sector de la construcción seguirá sin levantar cabeza. Su indicador sintíético revela una caída del 9,8% en tasa interanual para el tercer trimestre, lo que representa el descenso más elevado en 12 meses. Dos indicadores adelantados inmobiliarios, como el número de visados para vivienda o el consumo aparente de cemento, muestran recortes superiores al 20% entre julio y septiembre.