Me voy a descubrir. Salgo de mi escondite.
Trabajo desde hace años en una gasolinera y he sido testigo de diversas situaciones en las que se confirma que la realidad siempre supera a la ficción.
Una de las mas nauseabundas fue ver a cierto político local, del partido gobernante, pavonearse con un Audi Q5 recien salido de concesionario. Literalmente, el tipo babeaba.