Banco de Valencia pacta unas dotaciones de 400 millones
Fuente: J. B. en Expansión
El nuevo consejero delegado se enfrenta al reto de conseguir más capital y obtener fondos con la venta de participadas o edificios.
El Banco de Valencia entró ayer en una nueva etapa al nombrar consejero delegado a Aurelio Izquierdo en sustitución de Domingo Parra, que ha ocupado el cargo durante diecisiete años. Izquierdo fue el número dos de Olivas en Bancaja desde 2007 hasta hace unos meses, cuando se convirtió en director general de negocio de Bankia.
La semana pasada fue relevado de su puesto en Bankia y Olivas ha vuelto a contar con íél para pilotar Banco de Valencia. Ahora tiene ante sí el reto de obtener fondos que la entidad necesita para cumplir varios compromisos. Uno de ellos es un calendario de dotaciones que el banco ya tiene pactado con el Banco de España para los dos próximos años, por un importe de 200 millones de euros anuales, es decir, unos 400 millones de euros en conjunto.
El segundo, y no menos relevante, será proponer una ampliación de capital y lograr socios que la suscriban. El im porte está pendiente de definir. Algunas fuentes financieras señalan que las necesidades globales de fondos de la entidad valenciana podrían rondar los 2.000 millones, incluyendo diferentes partidas.
Prevíé dos años duros
Las dotaciones responden a la expectativa de afrontar dos años más de crisis económica y financiera, máxime en una entidad que opera en la zona mediterránea, con un componente de negocio inmobiliario importante.
Las cuentas del primer semestre –últimas publicadas– dieron un beneficio de 16,7 millones de euros, un 64,1% menos que en el mismo periodo del año pasado. En el sector inmobiliario, los datos del semestre muestran un volumen de críéditos que representa el 17% del críédito total. Los príéstamos inmobilarios dudosos eran a esa fecha de 522 millones de euros –cubiertos al 90%– y subestándar de 506 millones –con una cobertura del 61,7%–. La información contable de junio presenta tambiíén un volumen de inmuebles adjudicados de 827 millones de valor contable, que tienen una cobertura del 22%.
Para lograr fondos que le permitan dotar, el Banco de Valencia está lidiando en varios frentes. La venta de empresas participadas es uno de ellos. Según su memoria, cuenta con unas plusvalías latentes de 86 millones de euros.
Entre las más relevantes se encuentra Aguas de Valencia, participación que tiene a travíés de Inversiones Agval, sociedad al 50% con Fomento Urbano de Castellón. Agval tiene el 65% de Aguas. Los acuerdos con su socio en Agval incluyen un derecho de tanteo, por lo que Banco de Valencia negocia su salida tanto con Fomento Urbano –que se muestra dispuesto a adquirirlo– como con otros potenciales compradores. La cuestión parece estar en el precio. Si se toma como referencia el precio de la opa de exclusión de hace dos años –de 150 euros por acción– el 32% que le correspondería a Banco de Valencia valdría más de 95 millones de euros.
Tambiíén podría vender con cierta facilidad su participación en Med Wind, que participa en la eólica Renomar a partes iguales con Acciona. Otras participadas tienen una salida más complicada. Valenciana de Inversiones Participadas, tenedora de participaciones inmobilarias, aportó píérdidas de 22 millones al resultado de 2010 y la inmobiliaria Habitat 2018 aportó píérdidas de 24 millones.
Tambiíén tuvo que ampliar el año pasado hasta el 68% su participación en la empresa de Acuicultura Acuigrup, al ejercitar un príéstamo participativo. Esta empresa, creada por el ex ministro socialista Antoni Asunción, aportó en 2010 un resultado negativo de 6,7 millones de euros al banco.
Además de las participaciones, Banco de Valencia tambiíén estudia la venta de edificios y otros activos inmobiliarios, como los de las oficinas, en lo que podría ser alguna operación de sell and lease back, como han hecho otras entidades financieras.
Ampliación de capital
El otro gran reto de la gestión del banco ahora es emprender una ampliación de capital para elevar sus ratios. En principio, la ley no obliga al Banco de Valencia a elevar sus ratios de core capital –ahora es el 7,5 %– por estar integrado en el BFA. Sin embargo, la entidad está decidida a elevarlo hasta el 9%. En enero, la necesidad de capital se cifraba en torno a 150 millones de euros, pero esa cifra debería ser ahora más elevada, según fuentes consultadas, y su cantidad será definida en las próximas semanas.
Se da por seguro que BFA acudirá a esa ampliación de capital con el importe que corresponda a su participación del 39% del capital. Más dudoso es que puedan acudir a ella los accionistas minoritario –fundamentalmente familias empresariales valencianas–, por lo que es probable que tenga que embarcarse en la búsqueda de socios que entren al accionariado.
El relevo
Con la entrada de Izquierdo, deja su puesto un histórico del banco, Domingo Parra, que accedió al cargo en 1994. Parra tiene un acuerdo contractual por el que recibe una renta periódica del 90% de su sueldo del último año desde ahora hasta que cumpla los 65 años –para lo cual le faltan diez años–. Fuentes cercanas al proceso señalan que se está produciendo una negociación para ajustar la percepción de esta renta, dada la situación económica, aunque en este caso no se trata de un directivo que salga de una entidad intervenida.
Banco de Valencia es una institución emblemática en el sistema financiero valenciano. Fue creado en el año 1900 por un grupo de empresarios de la capital del Turia, algunos de cuyos herederos continúan formando parte del accionariado. Está integrado en BFA. Bancaja entró en 1994 al comprar el 25% que tenía el entonces Central Hispano.