Comienza la cuenta atrás. Ayer lunes, los cerca de 40 bancos acreedores de Sacyr en el críédito para el 20% de Repsol se reunieron en Madrid. El encuentro tuvo lugar a las 12:00 de la mañana en la sede del despacho británico de abogados Clifford Chance, asesor del sindicado de bancos en esta operación. La refinanciación de los 4.900 millones de euros, cuyo vencimiento expira el próximo 21 de diciembre, comenzó así formalmente, despuíés de que la semana pasada el Banco Santander, como coordinador, trasladara la propuesta base de la constructora.
En la reunión, quedaron expuestas las distintas sensibilidades hacia el riesgo que se percibe sobre la refinanciación del críédito a Sacyr, según varios asistentes. Por un lado, las entidades que no desean participar, entre las que figurarían Citibank, ING, RBS, Bankia, BPI, Merrill Lynch, Lloyds o Espirito Santo; por otro, las que consideran necesarias algunos esfuerzos por parte de la constructora, más allá de poner en prenda toda la compañía (Testa, Vallehermoso y Valoriza, además del propio 20% de Repsol), para renovar el críédito por al menos otros tres años.
Antes que ejecutar las acciones de Repsol, cuya posición tienen cubierta los acreedores en 20,6 euros, los bancos interesados en renovar el críédito discutieron ayer sobre la conveniencia de que Sacyr rebaje su nivel de deuda. Para ello, discutieron sobre la posibilidad de que la constructora venda un porcentaje de su 20% en Repsol a fondos institucionales, operación con la que aliviaría sus exigencias financieras. Sin embargo, en función del precio de venta, por debajo de 26,5 euros por acción Luis del Rivero y sus socios tendrían que asumir píérdidas.
El debate pasa por considerar cualquier alternativa antes que ejecutar la garantía, el 20% de Repsol. "Al final, el riesgo que estamos asumiendo no es quedarnos con la participación en la petrolera, sino quedarnos con el equity de Sacyr", explica el responsable de una entidad presente en el sindicado. "La diferencia es muy relevante y por eso hay que buscar fórmulas alternativas para resolver la refinanciación". Entre esas alternativas, además de mayores márgenes, los bancos contemplan exigir nuevos sacrificios a los accionistas de la constructora.
En Sacyr, al contrario, prefieren ver el vaso medio lleno. Desde la constructora valoran de forma positiva el hecho de que más de la mitad del sindicado (en torno al 60%) estíé dispuesto a renovar su ticket en el príéstamo, porcentaje al que se podría sumar otro 20% en función de las condiciones que se ofrezcan. Para el restante 20% que ha comunicado su intención de abandonar, es decir, el equivalente a 1.000 millones de euros, el equipo financiero de Luis del Rivero busca incorporar a la refinanciación a nuevas entidades internacionales.
Como ayer publicó la agencia Efe, el sindicato de bancos acreedores está compuesto por Santander (670 millones), Citibank (490 millones), Credit Agricole (435 millones), Bankia (430 millones), ICO (325 millones), Natixis (315 millones), ING (280 millones), RBS y Societe Generale (245 millones cada uno), BPI (240 millones), BCP (145 millones), Caixa Geral (95 millones) y BofA-Merril Lynch, junto a Dekabank y CAM (otros 95 millones). Con una participación menor figuran otras entidades, tanto españolas como extranjeras, entre ellos Lloyds y Espirito Santo.
