Ninguna generación como la actual ha tenido que crear, memorizar y usar tantas contraseñas en su vida diaria. Expertos aseguran que el cerebro está siendo desafiado.
Según señala BBC Mundo, una de las estrategias para sobrevivir en un mundo cada vez más digital es proteger nuestra identidad en internet.
Se trata de una jungla de algoritmos, protocolos, números, códigos, que, aunque no la vemos, tiene un lugar protagónico en nuestras vidas.
Desde tarjetas bancarias pasando por correos electrónicos hasta las cuentas en las redes sociales, todas nuestras actividades diarias están llenas de contraseñas.
Nos recomiendan que no las repitamos en diferentes páginas web ni que las escribamos porque es peligroso.
Al alza
De acuerdo con un estudio del Registro de Direcciones de Internet para Amíérica Latina y Caribe (Lacnic, por sus siglas en inglíés), el fraude en el comercio electrónico y el "phishing" a los bancos en Amíérica Latina supera los 93,000 millones de dólares.
"Nos solicitan que hagamos contraseñas complejas porque ahora se pueden usar robots y programas informáticos, que van haciendo combinaciones de letras y de números, para poder descubrir las contraseñas de los usuarios", manifiesta Raúl Echeberría, director de Lacnic.