Por... RAPHAEL G. SATTER
LONDRES -- El periódico The Guardian informó el miíércoles que ha visto correos electrónicos y documentos que muestran que The Wall Street Journal canalizó fondos a travíés de terceros hacia una empresa que compró copias del diario en Europa a fin de inflar sus cifras de circulación.
The Guardian no hizo públicos los supuestos correos electrónicos y documentos, pero en caso de que su descripción sea exacta, el diario en realidad habría estado comprando sus propios periódicos para inflar sus cifras de circulación, a fin de cobrar más a los anunciantes.
El periódico británico afirmó que el Journal participó en lo que describió como una "maquinación extraña" con tal de mandarle dinero a la firma Executive Learning Partnership (ELP), con sede en Holanda, para que comprara miles de ejemplares del diario todos los días a precios muy rebajados.
Los descuentos de este tipo se acostumbran en el negocio de los periódicos. The Guardian y el Journal coinciden en que las compras de parte de ELP fueron aprobadas por el organismo supervisor de la circulación de medios en Gran Bretaña.
Sin embargo, The Guardian afirma que el Wall Street Journal estaba financiando indirectamente la compra de sus propios periódicos al instar a terceros para que le pagaran a ELP. The Guardian agregó que el Journal se comprometió a publicar tres notas basadas en la investigación sobre ELP. The Guardian dijo que dos de esas notas fueron publicadas sin ninguna advertencia al lector de que los artículos fueron producto de un negocio.
El editor de The Wall Street Journal para Europa, Andrew Langhoff, renunció el martes por sus vínculos con la empresa holandesa. La firma explicó que los vínculos de la empresa matriz del diario, Dow Jones, con ELP "podrían dar la impresión de que la cobertura noticiosa puede ser influenciada por las relaciones comerciales".
Una declaración conjunta divulgada el miíércoles por el Journal y por Dow Jones admite que los acuerdos tenían "una mala apariencia" y dijeron que ya han cortado los lazos con los terceros involucrados, pero insistieron en que los tratos siguen siendo válidos.