El Banco de España recibirá la semana próxima la visita del Fondo Monetario Internacional (FMI). Según aseguran fuentes financieras, un equipo tíécnico del Departamento de Mercados Monetarios y de Capital (MCM) se trasladará a Madrid para hacer un seguimiento de la labor supervisora y evaluar las eventuales necesidades de fondos de las entidades financieras españolas.
La visita se enmarca en las propuestas que actualmente estudia el organismo multilateral para añadir facilidades de críédito al sector bancario que completen las que acaban de ser acordadas para el Fondo Europeo de Estabilidad.
Según fuentes financieras, el FMI estudia modificar su Programa de Evaluación del Sector Financiero (FSAP por sus siglas en inglíés) para que pueda ser utilizado para aportar fondos a la banca.
El MCM, a travíés de este programa, evalúa el sistema de supervisión, detecta sus puntos fuertes y díébiles y emite consejos para mejorar el control del sistema financiero y minimizar el riesgo de crisis bancarias.
Medidas correctoras
La propuesta, en fase de estudio, consistiría en que esas recomendaciones deberían ser luego seguidas por cada país a las que se dirigen para que puedan ser receptores de los fondos del organismo. Prácticamente todas las líneas de críédito del FMI están sujetos a condicionalidad, es decir, a la adopción previa de medidas correctoras.
En este contexto, la visita de los tíécnicos del MCM sería para hacer una especie de test de estríés al Banco de España y evaluar quíé puntos se debe corregir en el sistema financiero, bien de exposición a determinados riesgos, bien de elevación de provisiones o cualquier otra directiva, según afirman estas mismas fuentes.
La propuesta, en todo caso, requiere que el FMI evalúe no sólo a España, sino a otros países europeos, susceptibles de recibir fondos y, de adoptarse finalmente, debería estar perfilada para la próxima cita del Eurogrupo del 23 de octubre y la reunión que el G-20 celebrará en Cannes el 3 y 4 de noviembre.
El FMI está preparando, tambiíén para tener listo en la cita del G-20, líneas de críédito para varios países, entre ellos España, que actuarían de cortafuegos si Grecia cae en suspensión de pagos. Estas líneas serían concedidas a corto plazo y la cifra conjunta que maneja el organismo para España e Italia es de unos 75.000 millones de euros.
En el caso de que el Programa FSAP fuera modificado esto supondría que el organismo podría facilitar más fondos a los países, que además, se unirían a los que ya tiene la UE en el Fondo de Estabilidad. Se trata, en definitiva, de tener más instrumentos financieros disponibles para dar apoyo financiero a los países y a sus respectivos sistemas bancarios que atajen cualquier posibilidad de contagio por la crisis griega.
La canciller alemana, Angela Merkel, en uno de sus últimos encuentros con el presidente francíés, Nicolas Sarkozy, ya declaró que quería implicar al FMI en el proceso de recapitalización bancaria europea.
í‰sta será la tercera vez en el año que personal del organismo multilateral se desplaza a España. En la primera ocasión, el FMI declaró que era una visita rutinaria, preparatoria del Informe de Estabilidad Financiera que el organismo publica cada primavera.
En junio, el FMI chequeó in situ el estado de las reformas económicas puestas en marcha por el Gobierno.
En esta ocasión, será el MCM el encargado de chequear el estado de nuestro sistema financiero y la eficacia de nuestro supervisor.
Hace unas semanas, el director para Europa del FMI, Antonio Borges, sembró el desconcierto con unas declaraciones en las que afirmaba que España debería contar con un auditor externo que realizara una valoración independiente de sus bancos, poniendo en entredicho la labor del Banco de España y de la autoridad financiera europea EBA, la encargada de elaborar los políémicos tests de estríés a la banca.
La propuesta de transformar el programa existente en el FMI no es la única medida que está evaluando el organismo multilateral. Borges tambiíén aseguró, días atrás, que se estaba estudiando la posibilidad de que el FMI comprara deuda soberana europea. Una posibilidad que fue desmentida poco despuíés por el mismo Borges, ya que el organismo no está habilitado para realizar este tipo de operaciones en los mercados.