Las elíéctricas recelan de un impuesto o una quita del díéficit tras el 20-N
por Rubíén Esteller en El Economista
El sector elíéctrico está en alerta. Las compañías saben que a partir del próximo 20 de noviembre, el nuevo Gobierno tendrá que tomar medidas impopulares y por ese motivo han puesto ya el grito en el cielo para tratar de conseguir que las tarifas elíéctricas sigan subiendo, al menos, un 20 por ciento el próximo año 2012, según indican desde la patronal Unesa.
En las últimas semanas varios informes de distintos bancos de inversión ya han mostrado la necesidad de subir el recibo con fuerza para tratar de paliar la diferencia entre ingresos y gastos. Por ese motivo, en el sector están convencidos de que el nuevo Gobierno tendrá que resolver la situación actual y, para ello, tiene varias opciones: recortar los gastos, aumentar los ingresos o ambas.
Las elíéctricas recibieron el primer susto el pasado agosto. Italia anunció que preparaba la creación de una tasa Robin Hood para incrementar sus ingresos ante los graves problemas del país para controlar su díéficit. En aquel momento, según fuentes del sector, muchos de los principales ejecutivos tuvieron que abandonar las vacaciones para interesarse sobre la posibilidad de adoptar una medida similar en España.
El Gobierno tranquilizó al sector y les aseguró que no tenía intención de aprobar ningun tipo de nuevo impuesto, pero iba a proponerlo en su programa electoral, como así ha hecho con la inclusión de la creación de un canon para la hidraúlica y la nuclear.
El Partido Popular, por su parte, se ha mantenido en silencio. Nada se sabe de su programa en materia energíética, tan sólo que prevíé hacer una reforma para aumentar la competitividad, es decir, más cerca del recorte de gastos o de una quita del díéficit de tarifa que aún no está reconocido y reformar los organismos reguladores de modo que pueda producirse una fusión entre varias instituciones para reducir sus costes.
Las elíéctricas consideran que este tipo de medida, la quita, es inviable, ya que el díéficit ya está reconocido en los balances y cualquier quita supondría una medida que quebrantaría la seguridad jurídica.
Entre tanto, la situación a nuestro alrededor no deja de apuntar hacia estas dos vías. Portugal ha incrementado el IVA desde el 6 por ciento hasta el 23 por ciento, así como el impuesto de sociedades, y está dispuesto a crear un sistema parecido al español -como un díéficit de tarifa- que servirá para retrasar el pago de las primas a las renovables y de los acuerdos entre EDP y REN. La situación en Italia ha hecho que Enel -propietaria de Endesa- pueda verse forzada a rebajar su dividendo.
Según Banco Sabadell, el consenso ya espera la reducción del complementario por el nuevo impuesto. El dividendo por acción de Enel podría caer a niveles de 0,23 y 0,24 euros por acción en 2012 y 2013 (años de principal impacto de la extensión del impuesto: 400 millones de euros frente a 90 millones de euros hasta ahora y que a partir de 2014 caerá hasta niveles de 246 millones de euros, considerando un pay-out del 50 por ciento. En todo caso estos niveles muestran una rentabilidad del 7 por ciento, en línea con el sector.
Otra de las medidas que va ganando peso día a día es una reforma del sistema de casación de precios en el mercado mayorista elíéctrico ante las acusaciones que vierten constantemente la CNE y la Comisión de Competencia.
