El presidente de Banco Santander, Emilio Botín, se opuso ayer tajantemente al proceso forzoso de recapitalización de la banca europea que se cocina en Bruselas como solución a la tormenta de la deuda pública. En un discurso que puso negro sobre blanco el parecer del sector (ya apuntado por BBVA y Popular), Botín advirtió que poner en duda la solvencia de la banca generaría "una espiral de crisis soberanas y crisis bancarias".
No debe forzarse una recapitalización indiscriminada de la banca europea sin resolver de forma definitiva el problema de la deuda pública", defendió ayer el presidente de Banco Santander, Emilio Botín. A su juicio, el plan que se gesta estos días en Bruselas para elevar la solvencia que se exige a la banca y rebajar el valor de la deuda soberana que tienen en balance, "no tiene ningún sentido". En su argumentario, Botín señaló que el proceso haría saltar por los aires el camino regulatorio iniciado hacia Basilea III, invalidaría los test de estríés del pasado julio, sumaría inseguridad y confusión, contraería el críédito disponible y, a fin de cuentas, aumentaría la incertidumbre en los mercados, que es justamente lo que se intenta combatir. "Poner en duda de forma generalizada la sostenibilidad de la deuda pública o del sistema financiero europeo puede llevarnos a una espiral imparable de crisis soberanas y crisis bancarias", concluyó.
Para lanzar este plante, el presidente de Santander eligió la IV Conferencia Internacional de Banca, organizada por la propia entidad y entre cuyos asistentes se encontraban el presidente de la Autoridad Bancaria Europea (EBA), Andrea Enria, diferentes representantes de la Comisión Europea y del Parlamento Europeo, la vicepresidenta económica de España, Elena Salgado, o el subgobernador del Banco de España, Javier Aríztegui. Tampoco faltaron a este encuentro banqueros o políticos, como el ex presidente de Brasil, Lula da Silva, encargado de cerrar el ciclo de conferencias.
En este marco, Botín fue el encargado de defender a capa y espada la postura la banca española. "No tiene sentido recapitalizar admitiendo que la deuda de todos los países perifíéricos necesita una quita. Eso es muy peligroso porque difumina el cortafuegos que se dibujó en Europa frente a Grecia", expone Rafael Domenech, de BBVA Research, en una conversación telefónica con este periódico. A su vez, el presidente de Banco Popular, íngel Ron, declaraba en una reciente entrevista a este diario que "recapitalizar las entidades financieras por las píérdidas latentes que pueden tener en la deuda pública (que tiene un riesgo cero) puede tener consecuencias devastadoras".
Santander no descarta que haya bancos o cajas que "requieran una base más amplia de capital" de la que disponen ahora, pero se niega a que el esfuerzo sea indiscriminado. íšnicamente acepta la posibilidad de que se obligue a elevar la solvencia de "algunas entidades especialmente afectadas por la crisis de la deuda pública griega", matiza, "o de los mercados en general", concede. Una puntualización que no resulta baladí. Si media Europa asume ya que la quita sobre la deuda griega que soportarán sus acreedores (principalmente bancos franceses y alemanes) estará más cerca del 50% que del 21% que se dibujó inicialmente, el debate sobre un potencial descuento para el resto de emisiones soberanas está aún abierto. En Bruselas se baraja una rebaja del 5% sobre los bonos españoles, lo que arrojaría unas necesidades de capital de 40.868 millones de euros para que el sector financiero español alcanzara un 9% de core Tier 1. Una rebaja que Banco Santander, con 41.807 millones de euros de exposición a la marca España, considera fuera de lugar.
El sector financiero español tampoco entiende que Europa busque endurecer las condiciones solo para las entidades sistíémicas, las de mayor tamaño. Un tema que tocó en su ponencia el consejero delegado de Santander, Alfredo Sáez. "Al igual que otros ponentes, denunció que no se puede castigar a las grandes entidades, exigiíéndoles más solvencia que al resto, solo por su tamaño. Más en un momento en que una entidad no sobrevivirá si no adopta un tamaño considerable", relataba ayer uno de los asistentes a la conferencia.
El encuentro tambiíén sirvió para reclamar una supervisión más estricta del negocio financiero, algo por lo que apostaron la mayoría de participantes, o, de forma más políémica, para debatir si es necesaria más regulación del sector. Una pregunta a la que el director de asuntos monetarios del FMI, Josíé Viñals, respondió con un sí categórico, discrepando con el anfitrión de la cita. "Es el momento de frenar el tren regulatorio", expuso Botín, "para calibrar el impacto de las medidas ya en marcha".
'No' a la tasa Tobin
"No se pueden seguir añadiendo nuevas cargas al sector, como nuevos impuestos", defendió ayer el presidente de Banco Santander, Emilio Botín, en referencia a la imposición sobre transacciones financieras, la llamada tasa Tobin, que prepara Europa.
Elena Salgado. Los accionistas deben asumir parte del riesgo
La vicepresidenta económica de España, Elena Salgado, intervino en las jornadas de banca internacional organizadas por Banco Santander para defender el proceso de reestructuración de las cajas de ahorros que, dijo, ha permitido a estas entidades acceder a los mercados. Con la unión de los Fondos de Garantías de Depósitos, recientemente aprobada, Salgado da por disipadas las dudas, presentes y futuras, que vienen pesando sobre el sistema financiero español. Salgado consideró necesario, sin embargo, establecer un marco para el rescate de la entidades financieras en peligro, pero advirtió que los accionistas deberán asumir parte de estos riesgos y participar en la financiación del proceso.
Josíé Viñals. Hay que liquidar las entidades no viables
Las secuelas de Lehman Brothers no se han terminado de curar y el sector financiero aún funciona bajo algunas normas anteriores a la crisis "que se sabe que no funcionan", alertó ayer Josíé Viñals, Consejero Financiero y Director de Asuntos Monetarios y Mercados de Capital del Fondo Monetario Internacional (FMI). Viñals se mostró partidario de elevar la supervisión, y mejorar las normas que regulan el sistema para facilitar que vuelva el críédito a empresas y familias. En paralelo, matizó, que las entidades que no sean capaces de llevar a cabo una actividad viable, deberán ser liquidadas, no recapitalizadas, pues pondrían en riesgo al resto del sector.
Joaquín Almunia. Nuevas pruebas para dar más credibilidad
En contra de las reclamaciones del sector financiero español, el vicepresidente de la Comisión Europea y comisario de Competencia, Joaquín Almunia, consideró ayer necesario que se refuerce al conjunto del sistema a nivel europeo. Un proceso que conllevará reeditar las pruebas de estríés a las entidades, para recuperar la credibilidad perdida en el último ejercicio; reconsiderar la valoración que se da a los diferentes activos soberanos y elevar el ratio mínimo de capital que se exige a la banca. Almunia coincidió con Emilio Botín, sin embargo, en que la prioridad debe ser solventar la crisis de credibilidad que padece la deuda soberana actuando sobre Grecia.
Andrea Enria: "No vamos a repetir los test de estríés a la banca"
"Por mucho que estíén diciendo estos días los periódicos, no vamos a repetir los test de estríés", aseguró el presidente de la Autoridad Bancaria Europea (EBA, en sus siglas en inglíés), Andrea Enria, en el encuentro sobre el sector financiero organizado por Santander. La aseveración del italiano, relatada por algunos de los asistentes, contrasta de plano con los mensajes que llegan desde Europa, bajo el altavoz de París y Berlín, que hablan de repetir las pruebas efectuadas en julio elevando los requisitos de capital exigidos y aplicando descuentos sobre las emisiones de deuda perifíérica que atesora la banca.