FCC y Sociíétíé Gíéníérale han alcanzado un acuerdo para alargar seis meses más el príéstamo concedido por el banco francíés a cambio de quedarse con la autocartera de la constructora, según han confirmado fuentes próximas a la operación. El importe de la operación ronda los 135 millones de euros y permite al grupo presidido por Esther Koplowitz obtener liquidez ante la sequía de los mercados.
Ni FCC ni Sociíétíé Gíéníérale han querido hacer comentarios oficiales sobre esta transacción, realizada el pasado abril. La compañía firmó el día 20 del citado mes un contrato de derivados tipo forward por 6,165 millones de acciones propias, representativas del 4,8% del capital. En el informe de los resultados del primer semestre, FCC admitía que esta operativa suponía “una entrada de caja por importe equivalente al valor de mercado de las mismasâ€.
Como la empresa de construcción, servicios y energía se cruzaba por esas fechas a 21,70 euros, la cesión de la autocartera le permitió ingresar unos 134,7 millones de euros. Una cantidad que, sin embargo, tenía que devolver antes a los seis meses porque el contrato trajo consigo “el reconocimiento de un príéstamo corriente con la entidad de críédito por el mismo importeâ€. Como parte del acuerdo, el holding industrial tuvo que pignorar o entregar en garantía esas 6,165 millones de acciones.
En el documento público, FCC no citaba quiíén era el prestatario, pero fuentes financieras aseguraron que se trataba de Sociíétíé Gíéníérale, un banco que ya había echado una mano a Esther Koplowitz en la búsqueda de compradores para varios de sus activos no estratíégicos, como los aparcamientos subterráneos y en superficie. Ambas desinversiones, la última realizada en julio, le reportaron 250 millones de euros, un dinero con el que el grupo dirigido por Baldomero Falcones espera arreglar sus cuentas.
Debido a la volatilidad de los mercados, FCC firmó otro derivado para cubrir posibles variaciones en el precio de los títulos, una maniobra defensiva que le ha evitado importantes píérdidas, ya que la cotización llegó a caer hasta los 15,1 euros en plena tormenta bursátil.
La compañía tenía la opción al finalizar el acuerdo de entregar las acciones o devolver el príéstamo en efectivo. Pero ambas partes han decidido prorrogarlo durante seis meses más en las mismas condiciones. Un motivo de tranquilidad para FCC que, como el resto de empresas del sector y de otras industrias, se ha visto incapaz de financiarse en el mercado.
La inyección de liquidez es crucial para la sociedad, que está sufriendo los impagos de las administraciones locales y autonómicas a las que presta servicios a travíés de Versia. Como ejemplo baste decir que FCC recoge y trata residuos urbanos en más de 5.000 municipios de España, muchos de ellos en Madrid, Andalucía y Cataluña.
Fuentes próximas a la compañía agregan que el derivado con Sociíétíé Gíéníérale incluye cláusulas que impiden al banco prestar posteriormente las acciones a inversores institucionales, habitualmente hedge fund que suelen ponerse cortos contra la cotización del propio grupo. Recientemente, FCC llegó a subir más de un 25% en bolsa debido al cierre de estas posiciones de inversores especuladores, que apostaron a una caída mayor de los títulos.
Sin comprador para sus plantas de cemento
Lo que parece que tardará más de lo previsto es la venta de las plantas de cemento en Estados Unidos, operación que FCC encargó a JP Morgan y BBVA. La dificultad para encontrar financiación y los indicios de que la economía americana se ha ralentizado a pasos agigantados dificultan la desinversión, que a la empresa española le gustaría cerrar antes de finalizar 2011.
Fuentes del sector señalan que los riesgos de que Estados Unidos entre en recesión es un obstáculo para encontrar compradores para los activos de Portland Valderribas. Más cuando empresa con gran implantación en ese país, como la mexicana Cemex, ya han reconocido ante los inversores que su facturación se ha frenado de forma drástica en Norteamíérica.