Cuando los flecos de la recapitalización del sector financiero español iniciado en febrero aún colean, el proceso empieza de nuevo.
Si se cumplen las previsiones, la Unión Europea va a aprobar en la cumbre del próximo domingo de Jefes de Estado la necesidad de elevar la ratio de solvencia básica de los bancos del continente hasta el 9% (en los test de estríés de julio exigió un 5% para aprobar).
Las entidades tendrán que cumplir con este requisito en junio de 2012, según fuentes de toda solvencia. Sin embargo, los bancos no tendrán que aplicar un recorte o quita sobre el valor de sus carteras de deuda soberana española, como adelantó ayer EXPANSIí“N
El valor de estas carteras se actualizará a valor de mercado, lo que, según fuentes bancarias, rebaja considerablemente la necesidad de recursos en esta nueva recapitalización. Además, la Autoridad Bancaria Europea (EBA, en sus siglas en inglíés) va a permitir contabilizar como capital las obligaciones convertibles en acciones de las entidades, aunque no las provisiones geníéricas para morosidad futura.
En este escenario, las necesidades de nuevo capital del sector financiero español ascenderían a 14.120 millones de euros, según un análisis del bróker N+1. Para el conjunto de las entidades de la UE, los analistas calculan alrededor de 100.000 millones. Los dos grandes bancos españoles, Santander y BBVA, tendrán que aumentar su base de capital en 3.245 millones y 2.526 millones, respectivamente.
Esto no quiere decir que vayan a necesitar de forma irremediable capital público. La Unión Europea quiere que las entidades opten primero por soluciones privadas. Sólo si no lo consiguen, recibirían el apoyo del Fondo de Rescate Europeo, con una dotación de 440.000 millones y que podría tener capacidad para asegurar activos bancarios por hasta 2 billones de euros, una posibilidad aún en estudio.
Las dos grandes entidades españolas cuentan con opciones para evitar las ayudas públicas. Santander está reduciendo de manera significativa sus activos ponderados por riesgo. Ambos bancos tienen, además, la opción de generar capital de forma orgánica, el refuerzo de su balance con las nuevas acciones con las que ofrecen el pago de dividendo y la reducción de su activo mediante desinversiones.
Las que seguramente sí necesiten más capital serán las cuatro entidades que han sido nacionalizadas: CAM, Novacaixagalicia, CatalunyaCaixa y Unnim. Entre todas, requerirán 6.300 millones de euros. Debido a la situación de los mercados y a la desconfianza de los inversores hacia el balance de estas entidades, los analistas creen que resulta muy difícil que encuentren una opción de mercado para atender a estas necesidades de recursos propios. Para el resto del sector financiero, las necesidades de capital serán más bajas –ver gráfico–.
Preocupación en la banca
La principal preocupación de la banca española era que la EBA exigiese una quita teórica de entre el 5% y el 20% de la deuda soberana española que tienen en balance, un requisito que finalmente no se pondrá en práctica y que evitará importantes saneamientos. Sin embargo, la elevación de los mínimos de capital al 9% tambiíén preocupa.
El director de regulación del Banco de España, Josíé María Roldán, denunció ayer que la UE está llevando a cabo una “especie de subasta al alza†sobre las necesidades de capital de la banca europeo que no tiene “ningún elemento de racionalidadâ€. Las entidades financieras ya han advertido en los últimos días que las mayores exigencias de recursos propios a la banca europea van a forzar una ralentización de la economía aún mayor, debido a que se contraerá aún más el críédito.
El presidente de Santander, Emilio Botín, ha apuntado esta semana que antes de realizar la recapitalización, hay que afrontar la raíz del problema: el diseño institucional del euro, necesitado de mayor integración económica de los países de la eurozona.