Los inversores buscan cada vez más acciones con una elevada rentabilidad por dividendo, una forma de contrarrestar los vaivenes que están sufriendo las cotizaciones en bolsa en el nuevo contexto bursátil y económico. Y algunos de los rendimientos más generosos se encuentran en Asia, donde, además, las acciones están baratas. Aunque hasta ahora la mayoría de los fondos de inversión se habían centrado en la búsqueda de dividendos en Estados Unidos y Europa, algunos han empezado a elevar su exposición a Asia, según una encuesta entre gestores realizada por Bloomberg.
"Si se miran las estadísticas, el rendimiento de los dividendos en Asia ha sido superior al de Estados Unidos en los últimos años. En concreto la media asiática ha superado la estadounidense entre 75 y 100 puntos básicos", explica Jesper Madsen, director del fondo Matthews Asia Dividend Fund. "Parece que el mercado no ha apreciado el hecho de que Asia ofrece el mayor rendimiento y que, además, ofrece las mayores tasas de crecimiento", comenta.
El elevado crecimiento económico y de los flujos de capital hacia Asia contribuye a que los dividendos crezcan más en esta región, en contra de la creencia que dominaba hasta ahora el mercado de que estas empresas tendían más a reinvertir los beneficios para seguir expandiíéndose. Madsen destaca que el dividendo total para el índice MSCI de Asia Pacífico creció a una tasa media anual de 16% entre 2002 y 2009, frente al 6% del S&P 500.
Los datos de Bloomberg para el mismo período muestran que el crecimiento de los dividendos de Asia superó el de los de Estados Unidos y Europa sobre una base anual, aunque no con tanta diferencia. En concreto, el incremento de los dividendos en el índice MSCI Asia Pacífico fue del 7,23% anual, frente al 4,85% del S&P 500. Madsen subraya que las empresas de Asia han demostrado que se puede ofrecer un elevado rendimiento y mantener un crecimiento fuerte de la compañía.
Los dividendos pagados por las 1.022 empresas del MSCI Asia Pacific ascendieron a unos 200.000 millones de dólares en 2010. Las empresas del S&P 500 pagaron 205.300 millones de dólares en dividendos el año pasado. Los expertos creen que es una oportunidad real que puede ser aprovechada, pese a los prejuicios que hasta ahora han tenido los inversores, entre las que destacan la percepción de que estas empresas tienen mayor riesgo que las occidentales