LA CONTRICCIí“N
Cuando la recapitulación que provocó esta actividad de los átomos permanentes cesa, dice la enseñanza que vienen los ángeles que representan al Señor de la Justicia. El alma ha quedado queda sin peso específico alguno, pero sí con el recuerdo de los actos que hizo mal, en cualquiera de los subplanos inferiores y se procede a valorar. Este proceso es ni más ni menos que el que los sacerdotes egipcios simbolizaban mediante la Balanza de Osiris, en donde se pesaba el corazón de los muertos. Cuando el proceso de recapitulación y, allí, a travíés de un acto de contrición, alcanza la comprensión de lo que en el futuro debe ser evitado. Es importante distinguir el concepto de contricción del concepto de arrepentimiento. El arrepentimiento (mucho más propio del nivel de consciencia que tenemos cuando estamos encarnados) es negativo porque no resuelve nada. El arrepentimiento se enfoca en el pasado y se vincula a la culpa, es desear no haber hecho algo que de hecho si hicimos. Nada en este mundo cambia lo que hicimos. Tenemos libertad sobre nuestras acciones futuras, no sobre las pasadas. La contricción se enfoca en el futuro, tiene relación con la intuición, capta profundamente la verdad y con ello siembra una profunda determinación de evitar acciones similares en tiempos por venir. Una vez se ha realizado el proceso de contrición, el alma pasa a un estado similar, pero ya no en el plano astral sino en el plano mental, dicho “lugar†es el Cielo o Devachán. Estará en un subplano u otro del devachán según su nota vibratoria, siguiendo un orden exquisito. Lo que le toque vivir depende de cómo ha sido la vida que acaba de concluir, la “revive†extrayendo sólo las experiencias espirituales. 5
EL DEVACHíN
El alma permanece luego de la contricción en el Devachán viviendo, actuando y acumulando experiencia hasta un próximo nacimiento. Sólo pasan al devachan los sentimientos de amor, sea cual sea su grado (y sedistinguen muchos). Los demás intereses y recuerdos relacionados con nuestra vida social, política, financiera, es decir con todas las demás esferas de actividad, se pierden. Sólo el amor es inmortal, vivimos en el devachán con todas aquellas personas a las que amamos. La intensidad de nuestro amor determinará la belleza de nuestra experiencia y su duración. El otro sentimiento inmortal es el odio, si es el odio el que predomina, el destino del alma es el Avichi, o Infierno, tambiíén allí según la intensidad del sentimiento hay niveles y períodos de tiempo muy diferentes.
VOLVER A NACER
Nacer es tejer desde arriba hacia abajo el mismo proceso, en orden inverso. Como veíamos nuestros tres átomos permanentes retienen el nivel vibratorio alcanzado por cada uno de nosotros hasta el momento de la muerte. Si en una vida hemos hecho grandes progresos, la materia con la que se construyen nuestros cuerpos a la siguiente es mucho más refinada. Cuanto más alto el nivel vibratorio de nuestros cuerpos mayor la posibilidad de “diálogo†con el alma durante la encarnación, más sensibilidad al alma. Dado que hay una conexión entre los átomospermanentes y el alma cuando la vibración de lso cuerpos físico, emocional y mental es suficientemente alta el conocimiento acumulado durante muchas vidas por el alma puede descender al cerebro físico, cuando eso ocurre tenemos un genio. La genialidad no es entonces producto de la suerte, ni de la geníética. Gandhi, Mozart, Sócrates y Einstein nacieron con la tremenda capacidad que les caracterizó porque la habían acumulado. No fueron herederos de sus padres, como no lo fue ningún genio, sino herederos de sí mismos. Nada se pierde, un orden perfecto rige, cada míérito y cada falta se contabilizan. Comprendiendo el nacimiento a la luz de la enseñanza espiritual resulta de gran trascendencia no provocar jamás un parto si no hay riesgo de vida para el bebíé o la madre. El momento de la muerte y el momento del nacimiento los elije el alma, es sagrado, no debe ser interferido. Grandes cambios se ocasionan con nuestro intervencionismo. 6