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Autor Tema: ¿Y SI GRECIA DICE "NO"?  (Leído 287 veces)

Orpheo

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¿Y SI GRECIA DICE "NO"?
« en: Noviembre 02, 2011, 05:03:13 pm »
El primer ministro griego Papandreou ha sorprendido a todos (incluso a su propio gobierno) al anunciar que convocará un referíéndum sobre el reciente (segundo) paquete de ayudas a Grecia. Las encuestas cifran la oposición a las ayudas, que imponen una severa austeridad, en torno al 60 por ciento, por lo que un "no" es una posibilidad muy real.

 

No obstante, hay que tener en cuenta que las encuestas que preguntan si Grecia deberí­a seguir en la eurozona cuentan con un apoyo más amplio entre los griegos. ¿Cuáles son, por tanto, las perspectivas tanto para Grecia como para el resto de la eurozona si el paí­s heleno abandona la unión monetaria?

 

En la práctica, un "no" al segundo paquete de rescate es un "sí­" a una quiebra desordenada en Grecia. Rechazar el paquete hará que desaparezcan todas las opciones de financiación para Grecia, y el paí­s se verá abocado a la bancarrota. Esto implica una quiebra tambiíén en el primer acuerdo alcanzado con la UE y el FMI el año pasado, de 110.000 millones de euros, que impuso del mismo modo una severa austeridad a los habitantes del paí­s. Por tanto, el referíéndum no se refiere únicamente al segundo paquete acordado en la cumbre de la UE la semana pasada, sino tambiíén al primer acuerdo de mayo de 2010.

 

Nada de esto significa que Grecia deba abandonar la eurozona; no se le puede forzar a ello bajo las normas actuales. Pero el paí­s se quedará sin otra opción, ya que serí­a difí­cil obtener príéstamos denominados en euros, e incluso si esto ocurre la fortaleza del euro es una de las razones clave tras los problemas de Grecia. Simplemente, el paí­s heleno no es lo suficientemente competitivo para tener un euro poderoso y seguir con unos programas públicos que generan más díéficit. Esto no significa, no obstante, que Grecia vaya a dejar completamente la UE, sino solamente la unión monetaria.

 

En cuanto al resto de Europa, como la mencionada quiebra desordenada de Grecia afectarí­a tambiíén al paquete inicial de 110.000 millones de euros, el sector financiero del Viejo Continente afrontarí­a un gran reto. Con toda probabilidad, el BCE (Alemania) se verí­a obligado a asumir la responsabilidad de la supervivencia de los bancos. Esto no serí­a un problema si Grecia fuese un problema aislado, pero si otros paí­ses en apuros como Portugal, Italia o España acompañasen a Grecia a la puerta de salida, la situación serí­a inasumible para el BCE. Por ello los legisladores europeos tienen que convencer al primer ministro Papandreou para que olvide su promesa de referíéndum. De lo contrario, hay riesgo de una avalancha mucho más severa que una bancarrota griega por su cuenta. Alternativamente, los legisladores deberí­an aceptar su parte de culpa y aminorar la presión sobre la austeridad impuesta a la economí­a griega. Aunque no sea una opción popular en Alemania y similares, los sucesos que están teniendo lugar en Grecia podrí­an demostrar que una austeridad demasiado severa va de la mano de una depresión prolongada.

 

Así­, es crucial que los lí­deres europeos frenen esta situación inmediatamente por miedo no a una quiebra griega, sino a un contagio a la periferia europea. Deberí­an o bien aliviar las exigencias que han impuesto a los griegos o bien apoyar al sector financiero lo suficiente como para convencer a los vigilantes de bonos que los ataques a otros paí­ses perifíéricos son una batalla perdida.

 


En individuos, la locura es rara; en grupos, partidos, naciones y épocas, es la regla", Nietzsche.