La Reserva Federal ha rebajado las previsiones de crecimiento de la economía de Estados Unidos en más de un punto porcentual en 2011 y lo situó en un cálculo entre el 1,6 y el 1,7%. Su presidente, Ben Bernanke, ha señalado que el ritmo de crecimiento del país será "frustrantemente" lento.
La Fed había calculado en junio que el PIB crecería este año entre un 2,7 y un 2,9%. El banco central tambiíén recortó sustancialmente sus expectativas de incremento del PIB en 2012, bajándolas de entre el 3,3 y 3,7% al 2,5 a 2,9%.
La institución económica ha modificado tambiíén sus previsiones de desempleo e inflación. En junio la Fed calculaba que el índice de desempleo para todo este año estaría entre el 8,6 y el 8,9%, y que en el año próximo bajaría al 7,8 a 8,2%. Ahora calcula que el año cerrará con una tasa de paro entre el 9 y el 9,1%, y el año próximo el índice se mantendrá entre el 8,5 y el 8,7%.
En cuanto a la inflación, el cálculo hecho en junio para todo 2011 arrojaba un aumento del 2,7 a 2,9% en el índice de precios de consumo (IPC), y ahora la Reserva Federal espera que esa medida de la inflación estíé entre el 2,7 y el 2,9%.
Mantiene los tipos de interíés
El Comitíé Federal de Mercado Abierto de la Reserva Federal de Estados Unidos ha decidido mantener los tipos de interíés en un rango objetivo de entre el 0% y el 0,25%, donde permanecen sin cambios desde diciembre de 2008.
Al mismo tiempo, la Reserva Federal ha ofrecido un panorama económico moderadamente más alentador. "El crecimiento económico se ha fortalecido algo en el tercer trimestre", ha dicho en su comunicado posterior a la reunión. En íél sostiene que hay riesgos significativos a la baja para las perspectivas económicas, "incluyendo tensiones en los mercados financieros globales".
Charles Evans, presidente de la Fed de Chicago, no ha compartido la decisión porque cree que el banco central debía tomar medidas adicionales en esta reunión.
Mientras tanto, la Fed no ha dado ninguna pista sobre una posible compra adicional de títulos respaldados por hipotecas o sobre una revisión mayor de sus políticas de comunicación, dos opciones que parecían estar sobre la mesa. Dando a entender que sigue considerando nuevas compras de bonos, el banco central ha reiterado que está dispuesto a ajustar su balance cuando sea necesario fomentar la recuperación.