Los mercados se enfrentan este jueves a una sesión no apta para cardiacos. La agenda de los inversores viene cargada de referencias, cada cual más tensa. Mientras Europa todavía está desayunando con la reunión ayer de la Reserva Federal, en la que mantuvo los tipos y bajó la previsión de crecimiento de EEUU, las bolsas se van a tener que enfrentar a la subasta del Tesoro en España, la reunión del G20 con el referendum de Grecia en el punto de mira y la primera comparecencia de Mario Draghi como presidente del Banco Central Europeo.
Apenas hora y media despuíés de que suene la campana en los parquíés de las plazas europeas, el Tesoro tiene una cita clave. Pretende colocar 4.500 millones de euros, la segunda más grande de aquí a final de año, en un mercado hostil con la prima de riesgo en los 360 puntos básicos y tras el fracaso de Italia la semana pasada, que tuvo que pagar un cupón del 6%, el más alto en la historia del euro. Eso, despuíés de que ayer el Fondo Europeo de Estabilidad Financiera parara su emisión de 3.000 millones para financiar el rescate de Irlanda ante la alta volatilidad del mercado.
Para continuar, el Banco Central Europeo hace pública su decisión de tipos de interíés a las 14 horas con una expectación especial. Por un lado, aunque lo más probable es que los mantenga en el nivel actual del 1,5%, los analistas no han perdido la esperanza de que el regulador abra la mano dado el deterioro de las perspectivas económicas de la eurozona, la profundización de la crisis y la fuerte amenaza de recesión sobre la economía Europea.
Pero no sólo eso, Mario Draghi se estrena públicamente como presidente de la institución tras sustituir a Jean-Claude Trichet y todas las miradas están puestas en su discurso. Su comparecencia es tan relevante que el banquero italiano no acudió ayer a Cannes a la inauguración de la Cumbre del G20 para prepararse la reunión del Consejo de Gobierno del BCE. "Le van a someter a una presión muy importante y haga lo que haga se le va a dar la vuelta porque el mercado está totalmente dividido", asegura a Cotizalia.com Alberto Roldan, director de renta variable de Inverseguros.
Y es que lo importante no es la decisión de tipos. Los inversores van a tratar de desgranar cada una de sus palabras en busca de pistas sobre el programa de compra de bonos de deuda soberana, más teniendo en cuenta que los mensajes que ha lanzado hasta ahora han sido contradictorios. El pasado fin de semana, Draghi aseguraba que iba a dar continuidad a la política de Trichet, mientras confirmaba su intención de retirar el programa de compra de deuda de España e Italia lo antes posible. El martes el banquero se veía obligado a comprar deuda italiana y española para evitar una sangría.
Grecia aviva el fuego de la crisis con un referendum
Todo esto aderezado con la nueva tormenta generada por Grecia tras anunciar que iba a someter a referendum las medidas de ajuste impuestas por Europa o, lo que es lo mismo, si acepta el segundo rescate o no... o si quiebra o no... Despuíés de que la semana pasada los mercados se pusieran el traje del optimismo tras los acuerdos alcanzados in extremis por los líderes de la eurozona sobre la recapitalización de la banca, la ampliación del fondo de rescate y la quita del 50% de Grecia, antes de ayer el primer ministro heleno, Yorgos Papandreu, la volvía a liar tras anunciar que preguntaría al pueblo griego si aprueba los recortes para acceder a la ayuda europea, previo paso mañana de una moción de confianza que siembra aún más incertidumbre.
Anoche, una nueva reunión a tres -Papandreu, la canciller alemana Angela Merkel y el presidente francíés Nicolas Sarkozy- para tratar de superar este nuevo socavón en el camino de la solución más cuando el galo recibe en casa a los mandatarios de las veinte mayores economías del mundo para implicarles en el proceso teniendo en cuenta de que la crisis de deuda soberana no es un problema europeo, sino global.
De hecho, uno de los principales puntos del encuentro será la posible participación en la ampliación del fondo de rescate hasta un billón de dólares de países como Rusia, India, Brasil y fundamentalmente China. Tal es así que desde el acuerdo de las medidas, las especulaciones sobre la entrada del gigante asiático se han sucedido calentadas por declaraciones cruzadas.
El pasado fin de semana, la prensa oficial del país sembraba las dudas sobre la participación de China en la recuperación europea al publicar en su editorial que "en medio de esta crisis sin precedentes en Europa, China no puede adoptar ni el papel de salvador de los europeos, ni facilitar una cura para la enfermedad europea". Y es que los mercados vienen descontando desde hace tiempo la participación asiática en la ampliación del fondo de rescate, circunstancia que va a aprovechar el gobierno de Wen Jiabao para conseguir concesiones comerciales por parte de la Unión Europea