El mundo se hunde en la desaceleración afectado por la crisis global que en los hechos se mantiene vigente desde 2008 cuando estalló; los diversos episodios solamente han empujado al planeta a un precipicio en el que al fondo se observa el negro panorama de la recesión económica.
Así, de acuerdo con cifras de cada región o país, algunas zonas y naciones ya iniciaron su descenso, mientras que otras se encuentran prácticamente al borde y parece que será inevitable.
Las cifras de los índices manufactureros así lo indican; en Estados Unidos (EU), por ejemplo, este sector pasó de 51.6 a 50.8 puntos entre septiembre y octubre, una lectura superior a los 50 puntos indica expansión, mientras que todo lo que se ubica por debajo de dicha cifra refleja desaceleración y una eventual recesión.
Estados Unidos, la nación más importante del planeta, prácticamente ha abandonado el crecimiento.
En este contexto, es aún más preocupante el desempeño de la eurozona que ya estaba en el terreno de la desaceleración toda vez que su índice manufacturero mostró en septiembre una lectura de 47.3 puntos, mientras que para octubre se deterioró a 47.1 unidades.
Inglaterra vive la misma pesadilla, pese a no formar parte del euro, la moneda de la eurozona; este país ingresó a la desaceleración en octubre, luego de que reportó una lectura de 47.4 puntos desde un valor previo de 50.8 unidades; la economía inglesa se desplomó en el transcurso de un mes.
Entre las naciones industrializadas Japón hace esfuerzos por salir del bache, en octubre lo logró ya que su índice subió a 50.6 unidades desde un previo de 49.3 puntos.
China y los países latinoamericanos
En el mundo la esperanza para una eventual salida de la crisis se llama China, esta gigantesca economía podía ser considerada como la opción con sus tasas de crecimiento promedio de 9.5% anual durante los últimos 4 años.
Pero la esperanza puede diluirse, ya que el país enfrenta fuertes presiones para que revalúe en mayor medida su moneda, lo que le quitaría un importante estímulo al sector manufacturero. En cuanto a su mercado interno, existen dudas de que puede absorber los excedentes exportables, en caso de una abrupta píérdida de competitividad.
El gobierno chino probablemente ponga un freno al ciclo de alza en las tasas de interíés, pero difícilmente las podrá bajar en el corto plazo, mientras la inflación no de indicios de ceder.
En el tablero mundial los países latinoamericanos no tienen mucho para donde hacerse; de hecho, están sujetos a los vaivenes globales y solamente les queda mantener la disciplina fiscal y monetaria que han mostrado la mayoría de ellos en los últimos años: es la globalización