Por... Manuel Baigorri
Fernando Tato sigue queriendo disfrutar el vino español luego de jubilarse como profesor de escuela secundaria.
Al gastar 2.95 euros ($4.10) en una botella de vino tinto Viña Albali en la gran tienda El Corte Inglíés, ubicada en el centro de Madrid, lamentó que la misma botella costara 20 euros en un restaurante.
“Me gusta cenar fuera y no me gusta la cerveza, pero los precios del vino están fuera de mi alcanceâ€, dijo Tato, que tiene 68 años. “Es una pena, pero para mí comer sin vino es impensableâ€.
En momentos en que España tiene el índice de desempleo más elevado de la Unión Europea, 22.6 por ciento, muchos consumidores compran vinos más baratos y comen más en su casa, mientras que una nueva generación descubre que puede comer sin vino. El resultado es que los productores vitivinícolas españoles se concentran cada vez más en la exportación.
“El consumo de vino en España es muy bajo, sobre todo en los restaurantesâ€, dijo Luis Zapatero, presidente de Bodegas Riojanas SA, una firma vitivinícola fundada en 1890 que tiene sede en La Rioja, España. Las acciones de la compañía han declinado 26 por ciento este año, en comparación con una caída de 3.5 por ciento de la firma rival Barón de Ley SA, tambiíén de La Rioja.
El consumo de vino en restaurantes, hoteles y bares disminuyó 12 por ciento, a 66.8 millones de litros, y un 14 por ciento en valor, a 263 millones de euros, en el primer trimestre, respecto de igual período del año pasado, dijo Observatorio Español del Mercado del Vino, una fundación privada que recopila estadísticas sobre vino del Ministerio de Agricultura.
Josíé Redaira, gerente del restaurante madrileño La Terraza de Suchil, dijo que las ventas totales han declinado entre 20 y 30 por ciento desde el comienzo de la crisis económica en el 2008.
“La gente ya no toma vinos carosâ€, dijo Reidara, de 64 años. “El consumo ha experimentado una importante declinación, sobre todo por la noche, y ahora la gente bebe más cervezaâ€.
El consumo de vino de España viene cayendo desde hace díécadas y es ahora de alrededor de 20 litros al año por persona, mientras que era de 70 litros en la díécada de 1970, según el Observatorio.
España no es el único caso. Muchos países que eran tradicionales consumidores de vino, entre ellos Francia, han experimentado una fuerte caída del consumo interno por una serie de razones, entre ellas un desplazamiento a otras bebidas y la preocupación respecto del alcoholismo o de la posibilidad de conducir en estado de ebriedad.
“Cada vez veo más jóvenes españoles que beben cerveza en lugar de vinoâ€, dijo Malena Fabregat, periodista especializada en vinos que dirige el blog Observatorio del Vino, Walking on the Wine Side. “España está perdiendo una cultura nacional del vinoâ€.
El mercado interno deprimido lleva a los 375.000 productores de uva y los 4.200 productores vitivinícolas de España a poner la vista en el exterior. El volumen de las exportaciones españolas de vino creció en agosto 31 por ciento, a 1.430 millones de litros, y su valor creció 21 por ciento, a 1.360 millones de euros, en relación con igual período del año pasado.
Bodegas Riojanas abrió oficinas comerciales en Gran Bretaña, Míéxico y los Estados Unidos conforme apunta a duplicar la exportación y llegar en dos años del 15 por ciento actual al 30 por ciento de las ventas totales. Barón de Ley, por su parte, quiere aumentar las ventas al exterior del actual 46 por ciento al 50 por ciento en 2012.
El título en inglíés:
‘Spain Wine Drinking Plummets as Rioja Sees Future Abroad: Retail’