Rovi ha cerrado los primeros nueve meses del año con un beneficio neto de 15,7 millones de euros, un 36% menos que en el mismo periodo del ejercicio anterior, debido a que en el segundo trimestre de 2010 se anotó unos ingresos extraordinarios de 11,8 millones por la puesta en valor de sus activos en Frosst Ibíérica.
El resultado de explotación antes de amortizaciones (ebitda) se ha situado en 20,5 millones de euros, un 31% menos, un descenso que la compañía tambiíén ha atribuido a los menores extraordinarios registrados en 2011.
En este sentido, Rovi ha destacado que, sin tener en cuenta el impacto de este ingreso no recurrente, su ebitda ha aumentado un 15%. Si tambiíén se excluye el impacto de la venta de Fitoladius y de las medidas para la racionalización del gasto farmacíéutico, esta magnitud ha mejorado un 7%.
Los ingresos operativos del grupo han crecido un 23%, hasta los 140,2 millones de euros, impulsados por los negocios de especialidades farmacíéuticas (+18%) y de fabricación a terceros (+36%).
La farmacíéutica ha revisado al alza su previsión de ingresos operativos para el presente ejercicio. Espera cerrar el año con un crecimiento de las ventas "en la banda media" de la horquilla comprendida entre una subida del 10% y el 20%, cuando su estimación previa apuntaba a un avance en la parte baja de este rango.
Para 2012, la previsión está entre la parte alta de la primera decena (entre 0% y 10%) y la parte baja de la segunda decena (entre 10 y 20%).
