Banco Valencia sigue en caída libre. La cotización ha perdido un 15% en las dos últimas sesiones gracias, sobre todo, a las ventas de efectuadas por Nordkapp. Curiosamente, Nordkapp es el bróker y cuidador de la entidad levantina.
Hay razones de sobra para justificar la caída en bolsa de Banco de Valencia. La entidad ha reconocido que necesita capitalizarse y que la cifra que le permitiría sobrevivir podría superar los 240 millones de euros. Lo que ya no se entiende tanto es que sea el propio bróker, Nordkapp, y en menor medida el intermediario de su mayor accionista, Bankia, quienes estíén liderando la venta de acciones en las dos últimas sesiones. Ambos son los principales responsables de la caída del 15% acumulada por el banco en las últimas 48 horas.
Las cifras no dejan lugar a las dudas. Nordkapp cuenta con un saldo neto vendedor –compras menos ventas- de 181.000 títulos en las dos primeras sesiones de la semana, de los que algo más de 172.000 corresponden sólo a la sesión de ayer. Si se tiene en cuenta que Banco de Valencia es un valor muy estrecho que apenas ha negociado un total de 1,5 millones de títulos entre el lunes y el martes, el impacto sobre la cotización es máximo.
Con sus operaciones, Nordkapp ha sido decisivo para que el valor en bolsa del banco valenciano se reduzca a 364 millones de euros y que la cotización se sitúe a un paso del mínimo anual de 0,68 euros marcado el pasado 23 de septiembre. Tampoco ha ayudado la intervención de Bankia Bolsa –la entidad es propietaria del 27,5% de Banco de Valencia-, que ha vendido 26.500 acciones más de las que ha comprado esta semana.
Sorprende la actitud de los brazos bursátiles del grupo. “Es verdad que ambos han podido canalizar las ventas de algunos clientes accionistas que están nerviosos, pero eso no lo explica todo. Durante el último mes, incluso con el valor en pleno rally en octubre tras la fusión de Popular y Pastor, ni Nordkapp ni Bankia Bolsa se han distinguido por sus comprasâ€, señalan en un bróker nacional especialmente activo en el valor. De hecho, desde el pasado 11 de octubre, el saldo total de Nordkapp es vendedor.
Con las cifras en la mano, da la sensación de que Bankia empieza a tirar la toalla a la vista de los crecientes problemas de su participada, ahogada por una morosidad del 6,99% al cierre del primer semestre del año y un pírrico beneficio de 2,4 millones.
Aunque acaba de nombrar hace apenas diez días un presidente ejecutivo de su máxima confianza –Aurelio Izquierdo-, desde el tercer grupo bancario español se considera que no hay recursos para hacer frente a las necesidades bursátiles de Banco de Valencia. Todos los esfuerzos están centrados en Bankia, que desde su salida a bolsa está siendo perfectamente ‘cuidado’, con movimientos muy cortos en la cotización.
Del ‘subidón’ a la depresión
Las dos últimas caídas y que Nordkapp sea el mayor vendedor de acciones de Banco de Valencia demuestran el escaso interíés de Bankia por defender la imagen de su participada, que podría terminar seminacionalizada por el Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (Frob). Que Bankia estíé asegurando que su participación en Banco de Valencia “es puramente financiera, sin funciones ejecutivas†supone lanzar al mercado el mensaje de que Rato y su equipo ni se echan a su participada a las espaldas ni tendrían un papel activo en una hipotíética aunque cada vez menos factible operación de venta.
La fuerte subida de Banco de Valencia en octubre tras la fusión de Popular y Pastor ha quedado ya totalmente en el olvido. Entonces, la castigada cotización del banco subió un 50% en unos pocos días al calor de los rumores de una posible operación corporativa que ahora parece diluirse completamente a la espera de que el Banco de España finalice el dictamen sobre las necesidades de capital.