La banca asume más mora para digerir el ladrillo
por Eduardo G. Ercoreca en Cinco Días
Las grandes comilonas generan digestiones lentas, pesadas y con episodios de acidez. La situación del sector financiero español no es hoy muy distinta a una resaca despuíés una experiencia pantagruíélica. Tras cerca de una díécada de jolgorio crediticio, a bancos y cajas les toca sacar la cartera y pagar la cuenta. O dicho en otros tíérminos, afrontar una dilatada corrección de los excesos cometidos. En este proceso, el plato más pesado del banquete es el críédito a promotores inmobiliarios.
Los ocho bancos más relevantes del país tenían al cierre del pasado septiembre 128.585 millones de euros otorgados a empresas vinculadas con la construcción, según información pública remitida a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV). Este importe representa el 12,19% de la financiación viva en España de Santander, BBVA, CaixaBank, Bankia, Popular, Sabadell, Bankinter y Pastor juntos.
Hasta que comenzó el año, la financiación a este gremio no había dado claras señales de receso porque en el sector promotor imperaban las inercias del pasado. Aunque la crisis económica se hizo manifiesta en 2008, las viviendas tardan años en construirse y las constructoras disponen de líneas de financiación para acabar las obras. Además, las propias entidades financieras plantearon a sus clientes alternativas para seguir operando en la esperanza de que el nubarrón escamparía y la deuda sería repagada algún día. Como recuerda un analista de un banco español, "hacían todo lo posible para que el críédito no entrase en mora. Se han dedicado a ofrecer refinanciaciones, aplazamientos de intereses o aumentado el nivel de las garantías aportadas". Gracias a medidas como estas, el saldo crediticio del sector promotor se ha mantenido más o menos estable en los últimos años. Pero las tornas han cambiado. La banca ha dado la espalda al ladrillo y ha iniciado ya el proceso de desapalancamiento.
Las entidades analizadas han reducido desde enero el críédito promotor un 6,97%. La suma de los príéstamos a familias, empresas y sector público tambiíén ha menguado, pero menos: un 2,16%. Estas cifras no incluyen Bankia porque el grupo que preside Rodrigo Rato comenzó a operar este año y sus gestores prefieren no ofrecer datos de 2010.
Los analistas consultados coinciden en que lo que ha empujado a cortar la financiación a los promotores ha sido la sequía de liquidez en el mercado interbancario. "El descenso coincide con la agudización de la crisis de la deuda soberana. Esta ha provocado que se resienta la financiación de los bancos, que ya solo pueden emitir cuando se abren ventanas puntuales de liquidez y, siempre, a precios muy elevados", explica un experto de una firma de análisis. Para la paliar el bloqueo de los mercados mayoristas, bancos y cajas han potenciado la captación de pasivo entre sus clientes. Pero esta vía tiene límites. Si la economía española no crece y no se genera empleo, las familias difícilmente tendrán ahorros disponibles. Además, las imposiciones que se captan se hacen siempre a costa de rivales. Las entidades de críédito se canibalizan.
A la hora de menguar la exposición a promotores, Santander ha marcado el camino a seguir. El grupo que preside Emilio Botín anunció el pasado septiembre en Londres, durante la celebración de su Investors' Day, que acometería una reducción acelerada de los príéstamos al sector en los próximos ejercicios. Y en eso está. Solo en los primeros nueve meses del presente año ha achatado el críédito vivo a promotores un 10,73%.
Pero no es el único. Tambiíén han pisado el acelerador CaixaBank (-9,68%) y BBVA (-8,14%), que ya efectuó con carácter voluntario una limpieza extraordinaria de su balance al cierre de 2009. "El resto de las entidades les seguirán, pero cada uno hará la limpieza de su balance a su ritmo porque no todo el mundo tiene la misma resistencia ni capacidad de reconocer píérdidas que los grandes", explica un experto.
Para muchos especialistas el actual ritmo de desapalancamiento no es suficiente, pero la velocidad de absorción tiene límites. "Acelerar las provisiones supone reducir los fondos propios. Los bancos tendrían que recabar nuevo capital porque no basta con retener parte de sus beneficios", explica Nicolás López, director de análisis de M&G Valores.
En última instancia, la caída del críédito a promotores no es más que una mera anotación contable. Los príéstamos brutos disminuyen porque pasan a reconocerse como dudosos o adjudicados, no porque desaparezcan del balance.
Y así lo atestiguan las cifras de morosidad de todas las entidades analizadas. Las ratios de impagados del sector promotor ha experimientado recientemente repuntes muy significativos. En apenas nueve meses esta ratio ha subido 7,9 puntos porcentuales en Santander, 7,1 en CaixaBank, 5,9 en Sabadell, cuatro en Bankinter, 3,8 en Popular, 2,8 en BBVA y 2,6 en Pastor. Bankia, de nuevo, no compara datos.
La tasa de mora de todos los bancos cotizados oscila actualmente entre el 19% y el 25%. En el sector se da por sentado que la situación es más grave en la mayor parte de las cajas, pero sus datos no son públicos porque la inmensa mayoría no cotizan. Algunos analistas estiman que, dada la cantidad de príéstamos calificados como subestándar, la ratio de impagados de este segmento podría duplicarse. Esta estimación coincide con unos cálculos recientes del Banco de España. El supervisor estima que, a cierre de junio, la exposición problemática ligada a la promoción inmobiliaria (dudosos, subestándar y adjudicados) ascendía a 176.000 millones de euros, un 52% del críédito total al sector.
Los grandes bancos cotizados suman hoy, sin Bankia, activos inmobiliarios adjudicados por 22.593 millones. Y van al alza. Un analista describe el panorama. "En 2008, se produjo un primer embate de impagados del sector promotor que procedía de las grandes compañías del sector. Luego la situación se estabilizó, pero esta pasada primavera apareció un nuevo repunte y, en esta ocasión, proviene de pequeños promotores que se han visto ahogados por las deudas".
Falta de liquidez, persistencia de la crisis económica, repunte de la mora y nuevas adjudicaciones de activos eran los problemas con que debían lidiar bancos y cajas españoles. Pero el pasado octubre se sumó un desafío adicional. La Autoridad Bancaria Europea (ABE) hizo públicas entonces las necesidades de recapitalización de las entidades de la zona euro en función de unos escenarios de estríés macroeconómico y su exposición a la deuda soberana de los países perifíéricos. El supervisor comunitario cifró en 26.161 millones de euros el díéficit de capital de las entidades españolas.
"El gran problema de la banca española es su exposición al sector inmobiliario. Sin embargo, la ABE ha cambiado el foco y le pide recapitalizarse por su exposición a la deuda soberana, y eso resulta contraproducente porque no permite a las entidades redirigir el críédito otorgado a promotores a otros sectores de la economía", opina Ignacio Moreno, analista especializado en banca de Citi.
Los expertos prevíén que los bancos superarán esa prueba y se habrán recapitalizado en junio de 2012, como se les exige. Para ello ejecutarán las convertibles emitidas, fomentarán los scrip dividends (pago de dividendo en nuevos títulos) o retendrán una mayor parte de sus ganancias.
Además, les queda un as en la manga: ajustar sus modelos de riesgo. Las entidades nacionales han aplicado históricamente cálculos de capital en relación a los críéditos otorgados mucho más conservadores que los de sus pares europeos por exigencia del Banco de España. Ahora, bancos y cajas pueden mejorar sus ratios de capital reduciendo sus activos ponderados por riesgo (APR). Y en este proceso, la disminución de la exposición al sector promotor vuelve a aparecer como algo prioritario.
Las cifras
128.585 millones de euros es la cantidad que tienen prestados los ocho principales bancos españoles a promotores inmobiliarios. Es el 12,19% del saldo crediticio total.
58.007 millones de euros es el valor de los príéstamos dudosos y subestándar junto a inmuebles adjudicados que tienen en balance en España Santander, BBVA, CaixaBank, Banco Popular, Sabadell, Pastor y Bankinter. No incluye Bankia.