La prima de riesgo de Italia roza los 500 puntos y el interíés exigido a los bonos griegos supera el 125%. Pero el efecto contagio se multiplica y el castigo no se limita solo a los países de la periferia. Los diferenciales de deuda de Francia y Bíélgica alcanzan máximos desde el euro, y las cotas más altas desde 2009 en el caso de Holanda.