Durante años, muchos equipos de investigación han trabajado en el desarrollo de sistemas que permitan trasladar a un computador la capacidad del cerebro humano con sus 100,000 millones de neuronas conectadas entre sí por más de un billón de conexiones.
Hace poco conocíamos que la Universidad de Manchester trabajaba en un simulador del 1% del cerebro humano usando procesadores ARM, un proyecto apasionante que iba a utilizar un millón de procesadores a modo de neuronas pero que parece quedarse corto si lo comparamos con el último trabajo presentado por el prestigioso Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT).
Un equipo de esta institución ha presentado un chip que se comporta de la misma manera que las neuronas cerebrales cuando están conectadas a travíés de la sinapsis.
El MIT ha sido capaz de modelar en un único chip cómo se adaptan las neuronas a nuevos estímulos y, por tanto, emular el aprendizaje de nuestro cerebro, algo que suena fascinante aunque nos hace rozar la singularidad tecnológica. El chip está basado en silicio y consta de 400 transistores que emulan el funcionamiento de una sinapsis simple, es decir, la conexión entre dos neuronas que sirve para el intercambio de información entre ambas.
Según los investigadores, este chip permitirá, a todos aquíéllos que estudian el funcionamiento del cerebro, avanzar un paso más en la comprensión del funcionamiento del cerebro y el proceso de aprendizaje pero, además, tambiíén podría ser la base de prótesis y dispositivos neuronales, por ejemplo, retinas artificiales.
Cada vez que se produce una sinapsis, es decir, la conexión entre dos neuronas, ambas intercambian una serie de neurotransmisores que activan iones en las neuronas que hacen que íéstas cambien su potencial elíéctrico hasta que, sobrepasado un umbral, las neuronas disparan un impulso elíéctrico.
Chi-Sang Poon, responsable del proyecto, y su equipo han desarrollado el chip de tal forma que los transistores pueden emular la actividad de este flujo de iones.
Trasladar el funcionamiento de las neuronas al funcionamiento de los transistores MOS es una maravilla de la ingeniería que, además, no se quedará ahí sino que el equipo quiere seguir trabajando en chips que puedan modelar funciones neuronales específicas o interactuar con sistemas biológicos que permitan, por ejemplo, el desarrollo de sistemas de visión artificial o avanzar en la senda de la inteligencia artificial