El dinero alemán sigue activo en el mercado inmobiliario español. Sin ir más lejos, el miíércoles de la semana pasada protagonizó una de las pocas operaciones cerradas en el segundo semestre. El fondo alemán Invesco firmó la compra de Torre Titán 4, un edificio de oficinas ubicado en la zona empresarial levantada por la zona de Míéndez ílvaro, al sur de Madrid, por el que ha pagado 40 millones de euros, según han confirmado a este diario fuentes de la propia gestora.
El nuevo activo propiedad de Invesco está alquilado a la compañía pública Adif, el administrador público de infraestructuras ferroviarias, que tiene un compromiso de permanencia como inquilino de cinco años. El inmueble cuenta con una superficie de 10.300 metros cuadrados repartida en 13 plantas y además dispone de 180 plazas de garaje. Este tipo de operación, encasillada en el segmento medio del mercado por el tamaño de su importe, parece la única viable en la actual coyuntura.
Con esta adquisición, la gestora de fondos alemana Invesco, que invierte en activos comerciales, logísticos, hoteleros y de oficinas, maneja ya una cartera inmobiliaria en España por valor de casi 300 millones de euros, de la que son responsables Alejandro Monge Ruíz y Tim Nalder. El año pasado, por ejemplo, adquirieron dos activos logísticos al fondo franco-holandíés Unibail-Rodamco, que está rotando su portfolio en nuestro país, que tienen alquiladas a clientes como Bodybell.
El anterior propietario del edificio era Pramíérica, la rama de inversión inmobiliaria de la compañía aseguradora estadounidense Prudential, que compró a Nozar el complejo de cuatro torres en el año 2008. La inmobiliaria de la familia Nozaleda tuvo que vender este parque empresarial bajo el formato sale & leaseback a finales de 2007 para obtener liquidez. Entonces, el comprador desembolsó cerca de 200 millones de euros antes incluso de que estuviera concluido el complejo de oficinas.
Según explica Jaime Alonso-Allende, el responsable de inversión de oficinas e industrial de Cushman & Wakefield, la consultora que ha intermediado la operación, "los activos de calidad y con buena ubicación con los que convencen a los inversores internacionales que quieren invertir en el país". Sin embargo, el cartel que cuelga del ladrillo español es el de 'oportunidad, urge vender' y son fundamentalmente los fondos inmobiliarios alemanes y británicos los únicos compradores activos.
En las quinielas de potenciales compradores para cualquier activo que sale al mercado siempre hay un fondo alemán. Acaba de ocurrir con la sede de Ahorro Corporación, un inmueble ubicado en pleno eje del Paseo de la Castellana de Madrid que la consultora Jones Lang Lasalle trata de vender antes de final de año. En este caso, como en el de la frustrada venta de una de las Torres Kio de la Plaza de Castilla, el nombre de Deka, que compró en 2010 la joya de Realia, es recurrente.