Bebíé dado por muerto revivió despuíés de que su madre lo abrazo y acarició por dos horas
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http://mujeresmas.com/2010/10/bebe-dado-por-muerto-revivio-despues-de-que-su-madre-lo-abrazo-y-acaricio-por-dos-horas/ Emily y Jamie. Cuando Kate y David Ogg, una pareja de australianos, eligieron los nombres para sus mellizos, no imaginaron lo que les depararía el destino.
El parto se precipitó y a las veintisiete semanas de gestación, Kate tuvo que internarse de urgencia. Emily nació saludable, pero la situación se complicó con Jamie –que apenas pesaba un kilo–.
Tenía graves dificultades: no respiraba. Lo intentaron todo… Durante veinte minutos el equipo míédico le aplicó al bebíé las tíécnicas de reanimación, pero no lograron que su corazón volviera a latir. “Hemos perdido a Jamie, lo sientoâ€, le dijo el míédico jefe a Kate y le entregó a su bebíé envuelto en una manta para que le diera el primer y último abrazo. Ella se retiró la bata del hospital y acurrucó a Jamie en un hueco entre su pecho desnudo y su brazo. El papá tambiíén acercó su pecho contra el bebíé y se fundió en un abrazo con su mujer. “Es el peor sentimiento que uno puede vivirâ€, comentó poco despuíés David en el programa televisivo Today Tonight, de Australia. Jamie estaba inmóvil.
Los tres estaban en contacto piel a piel, y casi instintivamente sus padres comenzaron a hablarle. Le dijeron quíé nombre habían elegido para íél, que tenía una hermanita –tambiíén reciíén nacida– y le contaron las cosas que hubiesen querido compartir con íél. Le dijeron que lo amaban y que no querían que se fuera. De repente el bebíé suspiró, pero los míédicos dijeron que sólo eran actos reflejos.
Durante dos horas, los Ogg estuvieron acariciando y hablándole al bebíé, como si algo los impulsara a seguir haciíéndolo, hasta que un jadeo sorprendió a la mamá. “Sentí que se movía como si estuviese asustado, y entonces empezó a jadear más y más regularmente. Pensíé: ¡Oh, Dios mío! ¿Quíé está pasando? Poco tiempo despuíés, abrió las ojos. Fue un milagroâ€, asegura Kate, quien junto a su marido es muy creyente, y no deja de dar gracias a Dios por la vida de su hijo. “Todavía está vivoâ€, se animó a decir Kate, y de inmediato el bebíé le agarró el dedo, abrió sus ojos y movió la cabeza de lado a lado.
La madre insistía diciíéndole al míédico que su hijo estaba respirando, pero íéste seguía respondiendo que eran actos reflejos, que era imposible que siguiera vivo. Entonces Kate con su dedo puso un poco de calostro sobre los labios de Jamie, quien comenzó a respirar regularmente. “En ese momento, el míédico regresó. Se colocó un estetoscopio, escuchó los latidos de Jamie y moviendo rotundamente la cabeza repitió: ¡No lo puedo creer! ¡No lo puedo creer!â€, contó la madre durante una entrevista televisiva en la cual mostró a Jamie, de seis meses, totalmente saludable.
Dos horas despuíés de haberlo declarado muerto, Jamie respiraba normalmente. “Por suerte tengo una mujer muy fuerte e inteligente. Hizo lo que hizo, instintivamente. Si ella no hubiera hecho eso, probablemente Jamie no estaría vivoâ€, señaló David. El parto, muerte y reanimación del bebíé quedaron registrados en imágenes grabadas por las enfermeras y el papá de Jamie. Se ve claramente la angustia de los padres y luego su alegría cuando el bebíé vuelve a respirar.
BUSCANDO UNA EXPLICACION. En Australia se habla de milagro. Por su parte, los Ogg ponderan el míétodo “Canguroâ€, que hace referencia al modo en el que las hembras de dicha especie llevan a su cría dentro de la bolsa marsupial para que continúe con su crecimiento fuera del útero. Dicen que el contacto piel a piel entre la mamá y el bebíé resulta ser muy efectivo y de vital importancia en los reciíén nacidos prematuros. ¿Fue realmente un milagro o existe una razón míédica para explicar este fenómeno? “En los reciíén nacidos prematuros tan extremos como este caso, es frecuente que los míédicos –por algunos minutos– no puedan auscultar los latidos del corazón. No es un milagro, esta es una situación relativamente frecuente. Por tal motivo, en las maternidades se espera un tiempo prudencial, que dependerá de la edad gestacional del bebíé, antes de dar por muerto a un reciíén nacido prematuroâ€, explica el Dr. Miguel Larguía, jefe de neonatología de la Maternidad Sardá al ser consultado por Para Ti. “El hecho de que la mamá haya mantenido tanto tiempo al bebíé sobre el pecho desnudo, hizo que pudiera conservar la temperatura y que por sus propios medios volviera a iniciar la respiración. No llegó a enfriarse porque estaba en brazos de su madre. Seguramente si ese bebíé hubiese sido trasladado a la morgue de la clínica, no hubiera sobrevivido. Este fenómeno se da con mucha frecuencia en prematuros extremos, de 23 a 27 semanas de gestaciónâ€, señala Larguía.
Hoy, Jamie es un bebíé saludable de seis meses. Si permaneció tanto tiempo sin respirar, ¿por quíé no sufrió secuelas debido a la falta de oxígeno? “La tolerancia a la asfixia es muy diferente en un bebíé prematuro que en un reciíén nacido a tíérmino. Estas cuestiones pasan todo el tiempoâ€, responde el especialista.
CONTACTO PIEL A PIEL. Desde UNICEF, donde hacen campañas para dar información a mamás de bebíés nacidos antes de tiempo, destacan el valor y la importancia del contacto piel a piel entre madre e hijo. “Sin duda, las caricias y el hecho de tenerlo sobre su pecho desnudo, contribuyó a que este bebíé volviera a respirar. Nosotros en la maternidad realizamos la tíécnica llamada copap que es, precisamente, el contacto piel a piel. Cuando el bebíé prematuro ya puede regular la temperatura y está estable, lo sacamos transitoriamente de la incubadora para que estíé piel a piel con su mamá. Esto es muy reconfortante para los dos, una tíécnica muy recomendable que nada tiene que ver con el míétodo ‘Canguro’, que nació en Colombiaâ€, asegura Larguía.
Este míétodo consiste en mantener al reciíén nacido de bajo peso, apenas vestido y recostado sobre el tórax de la mamá, en posición vertical decúbito prono (como una rana) en contacto directo con la piel. Fue implementada en 1979 por los doctores Híéctor Martínez Gómez y, más tarde, por Luis Navarrete Píérez. En 1993 se creó el Programa Madre Canguro ISS-World Lab en la Clínica del Niño de Bogotá, Colombia. “Este míétodo se aplicó en Colombia, en lugares donde no tenían incubadora. Era un recurso válido colocar a los bebíés en bolsas, en brazos de sus madres para lograr que sobrevivieran sin tecnología. Pero aplicar este sistema en bebíés prematuros, que deben estar asistidos sí o sí en una incubadora, es un despropósito. Distinto es cuando el bebíé está estabilizado y se lo saca momentáneamente de la incubadora para recibir el contacto piel a piel con la mamá. El contacto piel a piel se debe hacer. Es un derecho de los padres y los bebíésâ€, concluye Larguía.