El Grupo Prisa no se olvida de la cúpula de la compañía. Eso sí, los abonos mejor en especie. Según información remitida por la compañía a la CNMV, cuatro de sus consejeros acaban de recibir un nuevo paquete de acciones, entrega que previsiblemente se hará extensiva al resto del cónclave en las próximas semanas. Se trata de la segunda remesa de títulos que la sociedad concede a los miembros de su Consejo en lo que va de año y se enmarca en el plan de retribuciones que los accionistas de la firma aprobaron en noviembre de 2010. La compañía, cuyo beneficio cayó cerca de un 80% hasta septiembre, negocia con la banca la refinanciación de su deuda para extender los vencimientos en tres años, hasta 2016.
Casi la mitad del Consejo de Administración se ha embolsado con fecha 3 de noviembre dos paquetes de títulos. Uno de 4.695 acciones adquiridas a 1,58 euros y otro de 8.102 a un precio de 0,91. En total, casi 15.000 euros en valores de la casa. Una dotación que se suma a las 3.639 acciones recibidas en junio, estimadas entonces en 7.500 euros. Fuentes internas del grupo ya explicaron entonces que la remuneración de los consejeros tendría este año una parte variable en acciones, que podría alcanzar los 40.000 euros. No obstante, la cotización de Prisa no ayuda a poner en valor esa retribución. El grupo de medios rozaba ayer al cierre los 0,80 euros, tras moverse en mínimos históricos en las últimas semanas.
En todo caso, se trata de entregas simbólicas si se comparan con los títulos recibidos por el consejero delegado, Juan Luis Cebrián. El primer ejecutivo de Prisa se apuntó más de dos millones de acciones de la sociedad el pasado mes de abril, con un valor de mercado superior a cuatro millones de euros. Una gratificación tambiíén asignada en atención al citado plan de retribuciones. La Junta de Accionistas facultó al Consejo a finales del año pasado a poner en marcha “un sistema de retribuciones consistente en la entrega de acciones y/u opciones sobre acciones de la sociedad (…) durante los ejercicio 2010, 2011, 2012 y 2013â€. Eso sí, no se especificaba ni el mecanismo, la cuantía o los plazos de entrega de los títulos.
Esta modalidad de abono parece compadecerse con los problemas de tesorería que atraviesa la sociedad. Para paliarlos, los Polanco anunciaban recientemente la ejecución de parte de los warrants que les concedía la entrada en el capital de Liberty Acquisition Holdings Corp. a finales del pasado año. La familia –propietaria del 70% de esas opciones sobre acciones- acordó con los promotores de la firma americana –Nicolas Berggruen y Martin E. Franklin- crear una sociedad para convertir 75 millones de warrants por importe de 150 millones de euros. Un enlace por el que los Polanco evitaban desembolsar todo el capital y cedían la mitad de sus opciones a los estadounidenses. La compañía busca condicionar el ejercicio de las opciones a que los bancos refinancien la deuda.
La esperanza de Slim
Además de los problemas de caja, tampoco resulta muy alentador que la compañía no consiga controlar su deuda. El agujero se disparaba de nuevo en septiembre por encima de los 3.500 millones de euros, pese al agresivo proceso de desinversiones acometido por la empresa en los últimos meses. El anuncio de la entrada en el capital del multimillonario mexicano Carlos Slim, adelantada en abril por El Confidencial, se convertía la pasada semana en una luz al final del túnel. Fuentes internas de la casa especulan con que el 3,23% de Prisa que atesora que el dueño de Telmex y America Móvil sea el primer hito de una inversión mayor en próximas fechas.
Por otra parte, fuentes próximas al empresario aseguran que, de momento, se trata de un simple gesto, aunque tampoco descartan mayor implicación en el futuro. Slim ha acometido su inversión en Prisa a travíés de Inmobiliaria Carso, vehículo a travíés del cual tambiíén mantiene su participación en The New York Times. Fuentes del sector explican la operación en función del perfil comprador del hombre más rico del mundo. “Se caracteriza por entrar en activos que han tocado suelo. Y ha entrado en Prisa con la acción por debajo de los 0,8 euros. La transacción supone un apoyo para la cotizaciónâ€, subrayan. Una lectura especialmente relevante cuando la compañía renegocia sus vencimientos con las entidades financieras.
