El Instituto Internacional de Finanzas (IIF) aseguró que la situación en la zona euro "ha empeorado" en el último mes hasta caer "en una nueva recesión", que contraerá la economía europea el uno por ciento de su Producto Interior Bruto (PIB) en 2012.
"La situación en la zona euro ha tomado un serio giro negativo en el pasado mes. La economía ha entrado en lo que consideramos una nueva recesión", aseguró el IIF en su nuevo informe sobre las perspectivas económicas mundiales para 2011 y 2012.
De acuerdo con el IIF, que engloba a cerca de 400 entidades financieras de todo el mundo, esta nueva recesión causará "una ampliación de los díéficit presupuestarios y debilitará la calidad de los activos financieros aún más" en la zona euro. Para el último trimestre del año 2011, la asociación bancaria pronostica una contracción del 2 por ciento, a consecuencia de la escasez de críédito y los ajustes fiscales.
El IIF fue la entidad que, en representación del sector bancario privado, llevó las negociaciones con las instituciones de la Unión Europea en las que se acordó una quita del 50% sobre la deuda griega el pasado mes. Criticó, en este sentido, a los líderes políticos europeos que están luchando por "mantenerse a flote" en esta difícil situación y lamentó que algunas de sus acciones "están haciendo el problema peor, no mejor".
"El programa de alivio de la deuda de Grecia está espantando a los inversores de otros mercados perifíéricos, y los bancos están siendo forzados a aumentar sus ratios de capital rápidamente lo que acelerará la contracción de sus balances", indicó el estudio, dirigido por Phillip Suttle, economista jefe del IIF. Además, subrayó que países clave, especialmente Italia, "han sido dolorosamente lentos a la hora de adoptar reformas estructurales".
La agrupación de banqueros insistió en que el Banco Central Europeo (BCE) es la única institución capaz de ofrecer "apoyo realista" en los próximas semanas y precisó que es probable que la política expansiva del BCE continúe en su siguiente reunión de diciembre. El IIF alertó de que "la debilidad en la zona euro puede extenderse al resto del mundo, principalmente a travíés del sector bancario".
Como notas positivas, el estudio destacó la creciente demanda de los mercados emergentes dentro de la economía mundial, lo que calificó de "salvavidas", y agregó que el comportamiento de las economías estadounidense y china en los últimos meses del año ha sido "mejor de lo previsto".