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Autor Tema: Análisis Hódar: Todos convertidos en inversores a largo plazo  (Leído 353 veces)

Zorro

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Análisis Hódar: Todos convertidos en inversores a largo plazo
« en: Noviembre 26, 2011, 10:05:58 am »
Análisis Hódar: Todos convertidos en inversores a largo plazo

Esto ya lo hemos vivido, con lo que podrí­amos recordar el proverbio latino: no hay nada nuevo bajo el Sol. El deseo, casi compulsivo, de querer estar en liquidez. La sensación de fracaso.

El arrepentimiento de algunos al darse cuenta que podí­an haber vendido a precios muchos más altos y no lo hicieron y un largo etcíétera siempre ha provocado situaciones de miedo a perder todo lo invertido y a llevar a cabo ventas pánico. Es cierto que en bolsa se puede llegar a perder el 100% de la inversión. Las operaciones acordeón, con reducción del capital a cero y posterior ampliación, no es que hayan estado al orden del dí­a, pero hemos visto muchas. Y es casi lo mismo que el hecho de haber comprado acciones del Banco de Valencia a 10 euros en 2007 y verlas ahora cotizar a menos de 0,5 euros. Pero sin llegar a estos extremos, si no se aplica una estricta disciplina de cortar en seco las píérdidas, casos como el de Banco de Valencia hay para escribir un libro. Y lo mismo ocurre en dirección contraria, dejando la acción olvidada cual rebaño sin pastor. La bolsa está plagada de ejemplos como lo ocurrido a Banco Popular, cuyas acciones cotizaban en enero de 1997 (en gráficos ajustados por dilución) a 2,76 euros. En abril de 2007 se pagaban a 15 euros. Verlas retroceder y no recoger la cosecha, da lugar a que el viernes pasado las viíésemos marcar mí­nimos de sesión en 2,75 euros. Las reglas son muy simples. De la misma forma que hay que cortar las píérdidas, hay que pensar que las cotizaciones jamás llegaron al cielo. Y cuando una acción ha multiplicado por 3, 4 ó 5 veces nuestro precio de compra, hay que saltar de ella en cuanto comience a retroceder de forma sistemática. En este momento la situación que viven las bolsas es muy delicada. Ya no cuentan los resultados de las empresas y da lo mismo que tenga píérdidas o que gane el oro y el moro. De nada sirven los soportes, ni Angela Merkel hará tal declaración para que el Dax rebote, porque ya ha caí­do el 0,618 de Fibonacci. En estos momentos el miedo está nublando la vista de los inversores. Decimos al principio que esto ya lo hemos vivido y siempre hemos pensado que nuestra crisis era la peor. Al final se ha salido adelante y sólo se han quedado en la estacada los que han saltado del barco, malvendiendo su patrimonio, en plena tormenta. Podemos pensar que hemos tocado fondo. Podemos intentar analizar el porquíé no se hunde la bolsa. Pero no se puede luchar ni hacer pronósticos cuando se produce una oleada de ventas por pánico, porque entonces el miedo acalla a la razón. La pelota está en el tejado de los polí­ticos y si no se ponen manos a la obra, cuando quieran poner remedio a la situación será tarde. Alemania sufrirá en sus carnes la ruina de sus principales clientes y el euro se puede ir a paseo. No va a ocurrir. Seguirán mareando la perdiz y tirando de la cuerda hasta el lí­mite; luego, que Dios nos coja confesados con los remedios, pero habremos salido de íésta y el cierre de cortos disparará las cotizaciones.


Voy del oro a Squirrel Media y tiro porque me toca.